domingo, 22 de junio de 2025

Una rapsodia bohemia

Ahí está,

esperándote,

fiel a la provocación,

siempre intempestiva

y presta al desamparo.

 

Aún rugen los leones

al amanecer,

cuando el mundo

se pone el traje de faena,

y tú no.

 

Rebelarse o morir.

Rebelarse y morir.

Dicotomías de un absurdo

que aturde los sentidos

y te ingiere.

 

Farsantes, saltimbanquis,

trapecistas y cantantes,

cuentacuentos

y poetas,

todos aplauden.

 

Los jueces, impasibles,

siempre miran de reojo

y ocultan su miseria

a golpes de sentencia,

siempre justa,

siempre bella.

 

Te desangras

pero intuyes el remedio

y decides soportar

lo insoportable,

y darte una posibilidad.

 

A la mierda

la música de cámara,

los castillos en el aire,

la dulzura de los dulces

y el arte por el arte.

 

Impórtate tú

porque esta vida

es una rapsodia bohemia

de la que nadie

sale vivo.

 

Respira,

hasta que no puedas más

y se te quiebre la voz

de tanto usarla

y ya no quede ni un tequiero

por decir. 

domingo, 8 de junio de 2025

Jugar

Casi me olvido de jugar

orillado por un mundo

que aturde,

casi pierdo una metáfora

y una sinestesia

ahogándome

en un mar de certezas.

El fulgor de antaño

es ascua hoy.

Y sin embargo.

 

Estoy mayor

para soñar a pierna suelta

y redimirme.

Nunca nadie ha ganado

la contienda

contra el tiempo

y su condena.

 

Estoy mayor

para escribir este poema

y tomar en serio

al poeta que hay en mí,

balbuciendo

cuatro versos sin sentido.

 

Y probablemente 

estoy mayor

también para ganarme

los deseos que aún deseo:

tu cuerpo junto al mío

mientras nacen tres palabras;

tierra para crecer;

aire para volar;

lápiz y papel.

 

Y sin embargo,

solo a veces,

el tiempo es infinito

y puede ir al revés

y el juego,

casi ya olvidado,

se reinventa.

Y palabra tras palabra

el poema se escribe

y arde.

 

Y yo vuelvo a ser poeta.

viernes, 23 de mayo de 2025

Bolero

Porque aún siento

las sombras de tu ausencia,

los ecos de un latido

que ya no quiero oir

y un lamento,

agónico estertor

de una canción antigua

que oculta lo que canta,

que sabe ser dolor,

visita mis entrañas,

recuerda mi derrota,

suplica tu perdón.

 

Perdóname.

Perdóname y disculpa

mis torpes titubeos,

las dudas exabruptas

que riegan con su cieno

los brotes de un amor

que no pudimos ser,

que no supimos ser.

 

Ahora el tiempo

impone su distancia

y solo los recuerdos

se atreven a gritar

de vez en cuando,

de cuando en vez,

que un día nos quisimos

como si no hubiera un ayer.

 

Perdóname.

Perdóname y disculpa

el dolor y las mentiras

que como una enredadera

impregnaron nuestras vidas

cuando yo no supe ser…

valiente.

jueves, 5 de diciembre de 2024

Rosa del desierto

Vista del jardín de la Villa Medici en Roma - Colección - Museo Nacional  del Prado

De niño estuve aquí

y observé con fruición

los jardines eternos

que prometían amor

que irradiaban placer

y luz tamizada

por la intransigente

exuberancia del tiempo

Nada ha cambiado

de lugar

nada huele distinto

no obstante

no es lo mismo

aunque floreces

pensamientos

siemprevivas

rosas del desierto

y un poquito de amor

En la tierna juventud

y áspera

hollé tus sendas

también umbrías

como un impostor

cualquiera

fingiendo que fingía

por ocultar una verdad

que siempre se impone

y se impuso

Los caminos finalmente

son destino

y el futuro no revoca

lo vivido

si el corazón impera

tras la herida

Si muero hoy

muero tranquilo

y en paz

martes, 12 de noviembre de 2024

A veces...

A veces me siento joven
y observo el futuro con esperanza
a pesar de casi todo

del tedio que me invade
cuando me olvido de cantar
y la vida sabe a borrador
de mal gusto

del dolor que aflige
al que lo infringe
y destila absurdo
que embriaga

del sinsentido
de sobrevivir en verso
de pie
y alma quebrada

del humo que anonada
y oculta
la única verdad 
de la que escapas

¿quién eres?

A veces me siento viejo
y envidio el tiempo
que otros temen

el de las mentiras
disfrazadas de luz
incandescente
y noches eternas

el de un espejo
que te hace feliz
aunque tú no lo sepas
aún

el de una música
que importa
y erige sueños
catedrales 

el del amor obsceno
que quema
y que amamanta
que desvela

¿qué quieres?

No busques respuestas


viernes, 1 de noviembre de 2024

Difuntos propios

todos mis muertos renacen a diario
los que murieron
los que mataron
mientras yo vivo equidistante
rodeado de cadáveres
que me recuerdan
quién soy

apenas otro nombre
que tachar en una lista
de ausencias renovadas
estéril e inútil

porque todo fluye
porque nada permanece
salvo quizás
la estupidez
y
la arrogancia

solo los vivos pensamos en la muerte
¿pensarán los muertos en la vida
-apenas un instante fugaz
un breve fulgor-?
y si lo hacen
¿lo harán con nostalgia
o con desprecio?

no acabo de vencerme
ni acabo de rendirme
-ahora todavía-
e intento mantener la impostura
a base de metáforas
que nunca nadie entiende

y yo quería ser poeta
ser padre 
ser valiente
ser don Juan
-el de Torrente-
ser Quijote
y Sancho
y ser árbol
y pájaro
y ser persona
y no ser gente

verso suelto a voz en cuello
cantos de cisne
y acuarelas

ya no importa la muerte

martes, 2 de julio de 2024

Contigo o sin ti

¿Cuántas veces has pensado en salir huyendo,

sin equipaje,

e inaugurar un mundo nuevo

en cualquier parte,

lejos de ti?

 

Por mucho que insistas

no puedes caminar hacia atrás

y las heridas

nunca dejan de sangrar,

aunque se curen.

 

Todos coleccionamos amarguras,

propias y ajenas,

y encrucijadas que nos bifurcan

y que nos niegan

la realidad o el deseo.

 

No sucumbas todavía

al terror del ciento volando,

a la usura de la melancolía,

al anhelo de un bello epitafio.

No ha lugar.

 

La vida se hace y se deshace

aquí y ahora,

contigo

o sin ti.

miércoles, 26 de junio de 2024

La piel que habito

Renuncio a un ayer imaginado

rico en ilusiones ilusorias,

me exilio de ese terreno abonado

para la frustración y la derrota.


No voy a refugiarme en este humo

si tú no te escondes en tu nube,

porque si esta soledad es el futuro

hasta un corazón de piedra se diluye.


Necesito que la vida sepa a vida

y aunque sé que solo es tiempo repetido

apuesto hoy por acallar al suicida

que malvive en la piel que habito.


No voy a perder un solo instante

maldiciendo las encrucijadas

que no nos llevan a ninguna parte

y solo engendran lágrimas.


Quiero reír, y llorar, y oler el jazmín

que inunda las aceras

ajeno a los absurdos

cuentos que entreveran,

con una trama machacona y vil,

un argumento que soñamos único.


No estoy dispuesto al flaco desamparo

de hollar la calle melancolía

con cara de poeta parnasiano,

dispuesto a la metáfora vacía.


Quiero ser y quiero estar

aquí

y

ahora.


Devorar el tiempo.


lunes, 17 de junio de 2024

El instante decisivo

Crees que miento cuando hablo

y cuando callo crees que miento,

y yo me confieso equidistante

que la verdad es un camino

jamás recto,

nunca de un solo sentido.


No puedo negar mis ausencias

cuando me pierdo en tus silencios

y la niebla oculta el horizonte;

yo también naufrago

y apenas nado.


No puedo negar el deseo

eternamente insatisfecho

que anida en un pecho

que ya no late

acompasado.


No puedo negar la evidencia

de una soledad que multiplica

los instantes muertos,

los alacranes

y los gusanos.


No quiero ser tu lágrima

ni quiero ser tu féretro.

No quiero ser lamento

ni desperdicio

ni desperfecto.


Es ahora, 

cuando la tiranía del tiempo

ejerce impertérrita su poder,

que descubro

la insondable profundidad

de mis huecos.


Es ahora,

tú y yo sabemos,

el instante decisivo:

o claudicas

o claudico.


lunes, 20 de mayo de 2024

EUNOIA

Se resquebraja la página

en blanco

y emerge el verso

cabalgando

a horcajadas.


Estaba ya ahí,

esperando el momento

oportuno

para surgir

e imponerse.


¿Quién podría frenarlo?

Toda la poesía

claudica

ante la inmanencia

del verbo.


Dibújame tu nombre,

me grita,

y yo, solícito,

invoco un eco,

que reverbera

y reverbera.


No hay belleza en la mentira

y la verdad no existe

más allá de sí misma.


Verbaliza la soledad

si sabes,

si puedes,

y dale un fin digno

a este poema

y a tu existencia.


El dilema no es ser

o no ser,

el dilema es para qué.