martes, 8 de noviembre de 2016

Más tragi que comedia


Visita Satanás a Calixto
disfrazado de mujer,
mujer también es la muerte
y Calixto no la sabe ver.

¡Ay, Calixto!
¡Ay, Calixto!
Déjate querer,
que el amor vale el peso de tu oro
y tu oro mi dulce savoir faire.

¡Ay, Calixto!
¡Ay, Calixto!
¿Dónde te vas a meter?
De acuerdo.
Uno debe perseguir sus sueños,
no obstante
hay sueños, sueños y sueños,
y no todos implican arder.

La juventud no sabe dudar,
ni domar el miedo atávico al fracaso
y las alturas.
La juventud se despeña.

Melibea besa un suelo inexistente.
Calixto, al fin, yace a su vera.

El público permanece expectante.
No entiende nada.


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