domingo, 27 de enero de 2019

El camino y la piedra

Palpo a tientas el destino más oscuro,
el aire quema las entrañas
y los sonidos reverberan
ausentes,
estamos solos.
Afuera llueve
y el agua siembra lágrimas
que anegan el futuro de pasado.
Anochece y amanece,
amanece y anochece.
Reconforta saber que somos polvo,
tiempo y polvo,
que no hay marcha atrás,
que no existe camino de vuelta.
Sigo adelante absorto en mí mismo,
golpe a golpe,
verso a verso,
y no me importa que estés muerto,
yo estoy vivo,
aprieto los dientes,
conjuro los miedos
y abro caminos.