¿Cuántas veces has pensado en salir huyendo,
sin equipaje,
e inaugurar un mundo nuevo
en cualquier parte,
lejos de ti?
Por mucho que insistas
no puedes caminar hacia atrás
y las heridas
nunca dejan de sangrar,
aunque se curen.
Todos coleccionamos amarguras,
propias y ajenas,
y encrucijadas que nos bifurcan
y que nos niegan
la realidad o el deseo.
No sucumbas todavía
al terror del ciento volando,
a la usura de la melancolía,
al anhelo de un bello epitafio.
No ha lugar.
La vida se hace y se deshace
aquí y ahora,
contigo
o sin ti.
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