martes, 27 de abril de 2021

Mi heroína

No compraba tiempo

cuando giraba sin rumbo

ajena a la música

en cualquier discoteca.

No perseguía el amor

cuando sonreía obscena,

abría las piernas

y no llevaba bragas.

No vendía el humo

que impregnaba

de vacío y silencio

sus noches más brunas.

Simplemente vivía.

Sin rencores

ni permiso.

Izaba a veces

un pabellón pirata

y por robar te robaba 

hasta el último aliento.

No tenía más ley

que el respeto que ofrecía,

ni dios, ni dueño, ni patria

que limitara sus sueños de paria.

No quería brillar

y ser la reina del baile,

pero sí quería bailar

por amor al arte.

Simplemente vivía.

Sin miedo

ni futuro.