martes, 29 de diciembre de 2009

Final feliz


Ella lo observaba desde su mundo gris,

sin sueños que inflamaran su esperanza,

instalada en el silencio elocuente

del que ha vivido ebrio de palabras.

Él dibujaba arcoíris con las manos desnudas,

escribía recuerdos en verso, y regalaba

bolboretas, papillons de toutes les couleurs

para el sueño sin sueños de su amada.


Ahora ella lo observa mientras él pinta

con la mano desnuda y desnuda el alma

historias de amor en cada esquina,

palabras ebrias promesa de esperanza.

domingo, 27 de diciembre de 2009

L'ennui


Quién fuese el aire que respiras

y florece luego en un mar de verbo,

acariciando tu lengua.


La mañana ofrece tedio rebosante

de tu ausencia, otro día vacío

abocado al vagabundeo por tu recuerdo.


Nada calma mis ansias de ti.


Me extraña esta necesidad de vivirte,

de construirme en tu mirada,

de abrirme en canal el alma.


Quién fuese tu verbo y tu destino,

tu hogar humilde y orgulloso,

tu secreto, tu sexo, tu camino.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Distancia mínima


No hay distancia que mi piel no recorra

para asirse imperdible a tu piel extraña.


Mi sexo late por ti,

como un corazón desbordado por el miedo

que se agita inmóvil presto a la estampida,

acechando tu desnudez,

perseverante en la visión del paraíso.


Mi cuerpo se estremece

si descubre en cualquier rincón un rastro

que oculte el eco de tu presencia,

aún un cabello olvidado

cómplice de los fantasmas de mis noches.


Mi aliento te busca como aire,

en cada una de tus palabras busco aromas,

simplifico mi existencia a tu contemplación,

ávida y lasciva,

y me recreo a mano almada en tu recuerdo.


No hay distancia que mi piel no recorra

si es tu piel la que espera mi llegada.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Patria extranjera


Has llegado, extranjera, de otros mundos

para cambiar mi mirada estática,

con tus buenas maneras y tus manos bailarinas

que dibujan corazones en mi espalda,

con tus pasos de viajero extraviado

que en busca de un destino halla sólo polvo,

con tus sueños y tu sueño, siempre derramado

antes de hora para mis huesos insomnes,

con tus sombras y tus secretos y tu ironía,

y esa risa inesperada, y tu sexo.

Yo me siento extraterrestre, ajeno a cualquier patria,

y diluído, en una alarmante ausencia de palabras,

bordeando la locura de no saber decir, apenas,

que te quiero,

que has fijado mi destino apátrida a tu piel,

que en tus sueños fundo yo los míos,

y que sin ser nadie soy un rey, príncipe y señor

del estado salvador que limita con tu alma.

martes, 8 de diciembre de 2009

Fénix sous la pluie


Cada caricia que mis manos

dibujan en tu cuerpo

es un tequiero

escrito a sangre y fuego,

un tatuaje de mis ansias en tu espalda.


Ahora que tu piel se estremece

entre mis dedos, y una marea de amor infinito

inunda nuestros sueños,

soy yo el poeta que soñaba,

tinta a parte.


Ahora escribo con mis manos

entre tus piernas las metáforas más bellas,

y cada palabra es sustantiva,

cada adjetivo esencia inseparable de tu alma

de verso insuperable.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Vita Verga


Me siento como una virgen ante su primera verga,

anhelante,

en plena disposición para el placer,

rebosante

de un terror moribundo,

en tensión.

Estoy presto a todo adjetivo,

dispuesto a cualquier mentira imaginable o no,

expectante,

ávido de nombrar, erecto,

en cuerpo y sangre.

Voy enajenado a la locura, arrojando sátira,

buscando culos que doblegar

con una sonrisa amarga

y no sin cierta dosis de ironía,

derrapando en cada curva.

Y como una virgen ante su primera verga,

como un poeta ante la infamia,

cierro los ojos de dolor y resentimiento

al sentir sólo mi culo doblegado,

y vacío en un papel en blanco.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Bolboreta


Sin pestañear ofreces tu lengua

y yo, solícito, te invito a libarme,

esgrimiendo toda mi dulzura

para lograr los pecados de tu carne.

Con soltura despliegas tu belleza

ante la mirada atónita del arte,

eres la droga que todo lo cura,

locura que hiere, locura que arde.

Todas tus palabras son poema,

metáforas escritas con la sangre

que mi alma regala a tus uñas,

que arañan en francés esta tarde.

Eres mi perfecta bolboreta,

la más bella mariposa de este parque,

y yo la flor que con la vista te desnuda,

y se masturba, y no se conforma con soñarte.

sábado, 14 de noviembre de 2009

La vida sin ti

Me enfrentaré a tu muerte con dignidad

aunque el dolor me arrase el alma,

y cuando tú no estés, y yo esté solo,

lloraré.

Vivirás siempre impregnada en mi,

en cada paso que yo dé habrá una palabra tuya,

siempre tu risa a través de mi garganta.

Está vedada a mi mente mi vida sin ti,

inimaginable pesadilla,

a pesar de la inminencia del llanto,

a pesar de la insolencia de la pena.

Te sobreviviré, a pesar de todo con alegría,

y le diré al aire quién eras tú

para que lo canten todas las gaviotas,

para no olvidarte nunca.

Cada verso que te escribo es un beso,

es tu aliento el que me lanza a la locura

y tu regazo, perdido Eldorado.

Cuando abra los ojos y no te pueda ver,

tendré que imaginarte.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Historias de amor extraño


Jamás lo imaginaron,
pero se vieron y se amaron.
Aprendieron que las palabras
importan si son dichas,
que conforman realidad
a través de una garganta.
Aprendieron a tocarse
con la yema de los sueños,
a esconderse ajenos
al dolor en cualquier cama.
Aprendieron a olvidar el tedio,
a exiliarse del mundo en un abrazo
generador de emoción y sentido,
y aprendieron a reír en serio.
Aprendieron que sus almas
eran agentes de sus cuerpos
y se entregaron sin pudores
al cumplimiento de sus ansias.

Recorrieron con sus ojos una inesperada piel extraña,
con sus lenguas dibujaron sendas imposibles,
caminos nunca transitados se abrieron a sus pasos,
se hablaron y sus voces fueron poesía, fueron drama.
Crearon un amor sin fronteras al tacto,
un idioma rebosante de adjetivos imperdibles
lengua a lengua, ocultos bajo una sábana,
desnudos, ardientes, locos, excitados.
Jamás lo imaginaron,
pero se vieron, y se amaron.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Le miroir


Te observan.
Miles de ojos acechantes te persiguen.
Y tú en silencio,
ni presto a una huida pronta,
ni ajeno al peligro que te cerca,
simplemente estás.

Sonríes ávido de sol,
desnudo por placer,
al tiempo que ecos y graznidos
se confunden con el rugir del mar,
y ves o sueñas gaviotas
bailando tangos en el aire.

Me miras,
ajeno al espejo que nos une;
me amonestas,
recordándome el precio de la vida;
me arrinconas,
y yo en silencio,
soy feliz.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Códigos sinónimos


Enfrentados al opaco muro del pasado
los obstinados eruditos bienpensantes
se flagelan de espaldas a la vida.
Escriben sin arredro palabras vanas
en pos de codificar una verdad
que se antoja inaccesible, vedada.
Graznan unos y otros, enfrentados
en un baile de máscaras
cuyo final siempre es la muerte.
Se miden, se observan, se retan
en un duelo sempiterno de absurdos
repetidos con denuedo.

Y yo, pasmado, alquitranado, temeroso,
con pocas ganas de ciencia cierta,
me detengo, me pierdo, me enajeno
en una duda cenicienta
que sin duda me llevará a la muerte.

martes, 3 de noviembre de 2009

El ilustre


Cayó un ilustre.
Otro ilustre más.
Llora aquel que le lustraba los zapatos.
Lloran todos su pérdida.
Y yo, perplejo, los observo,
con la mirada atónita
del que no sabe comprender
el llanto ajeno a las entrañas,
la lágrima mercenaria
de los buscadores de inercia.
El ilustre murió.
A él ya no le importan
ni hormigas ni laureles,
en su último suspiro,
expiró.

Hormigas


Frente al mundo,
sentado en un banco de cualquier calle,
en una ciudad sin nombre
de no importa qué país,
observando extraterrestres,
devanándote los sesos,
te cuestionas a ti mismo,
“¿qué será ser yo?”, te preguntas,
y aún, “¿por qué?”.
Ávido de sentido te refugias
en el otro,
en el incomprensible otro
que te ignora
o a lo sumo te observa,
incrédulo de sí.
Aterrado creas a dios,
las sagradas escrituras
empapadas en sangre prójima,
y descargas en él toda tu culpa,
“por tu culpa, por tu culpa, por tu puta culpa”,
y sonríes liberado.
Finalmente,
en tu gozo,
olvidas a dios,
reniegas de dios,
te sientas en un banco y,
mientras fumas
otro porro en papel biblia,
en cualquier calle
de esa ciudad que tanto ignoras
de un país insignificante,
te cuestionas
y piensas
en el absurdo retratado
en la vida de una hormiga.

jueves, 29 de octubre de 2009

En obras


Sé que no puedo ofrecerte una estrella,
la vida me ha hurtado ya mil quimeras,
enseñado a ver la rosa más hermosa
en el rosal que en la mano que la corta.

Así, alejado de cuerpos celestiales,
descubro en tu cuerpo el mundo entero
viajando con las manos por tus senos,
entregado a tus ciencias naturales.

Eres tú quien me recrea con tus ojos
sustantivando un alma que te añora,
construyendo a partir de estos despojos
un hombre a tu medida que te adora.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Cinco sentidos


Hacerte el amor es besar el mar,
sentir cómo te vienes,
gozar cuando te vas.

Acariciarte es escribir un poema,
buscar un centímetro exacto que adjetivar
con las manos, con los ojos y la lengua.

Escuchar tu voz es gloria,
una sublime manera de engañar al tiempo,
roca eterna entre las olas.

Observarte es navegar siguiendo estrellas,
luciérnagas inmóviles, lágrimas de dioses,
y en tu mirada derrotar las penas.

Olerte perfumada es vivir la rosa
en plena ebullición de sentimiento,
sagrada, perenne, preciosa.

Probar tu sexo es probar el sexo mío,
volverme loco entre tus brazos,
perderme en tu egoísmo.

martes, 27 de octubre de 2009

Rosa, luciérnaga, estrellas, lágrimas.


En este tiempo sin lágrimas que aneguen los sueños,
en este lugar de vida multiplicada e infinito,
me siento a observar las estrellas en el cielo,
a plena luz del día y a tu lado.

Las constelaciones están ahí, esperando la mirada,
brillando impertérritas, luciérnagas de tiempo,
vanidosas en su belleza, como un enjambre de rosas
a plena luz del día y a tu lado.

Los ríos, las ciudades, todos los bosques y las selvas,
y las gentes que pululan, que se aman y se hieren,
también el sol que quema y su amante luna están ahí,
a plena luz del día y a tu lado.

Con cada sonrisa hurtada al desamparo y a la muerte
me vengo yo de una vida amarga que exagera,
y aún por impostura, soy feliz,
a plena luz del día y a tu lado.

lunes, 26 de octubre de 2009

Oración atea


Si supiera tu nombre olvidaría tu nombre.
Si sólo un segundo te tuviera al alcance
huiría raudo sin volver la vista salada.
Si existieras consideraría el suicidio.

Afortunadamente tu nombre es vano,
aún escrito en las puertas de toda catedral,
pronunciado en mil lenguas ajenas,
vano e intrascendente.

Dicen que dijiste que tu reino era extranjero,
de otro mundo,
que dictaste pautas y leyes, que salvaste e hiciste tu voluntad,
puta voluntad.
Dicen también que tu imagen nos inspiró, que a semejanza tuya nos hiciste,
¿tan cruel y tan mezquino llegas a ser?

En tu nombre la macabra danza de la muerte igualitaria,
la fe por presupuesto,
la espada teñida con la sangre también roja del infiel,
la vida concebida como gracia en tu gloria.

Por ti la genuflexión, la humillación y flagelación de la carne,
el pecado y la culpa,
el apocalipsis.
Para ti, para tu divino ego cada gota del sudor humano,
toda alegría, cada beso.

Lo confieso,
mis plegarias son cantos de sirena dirigidos a un dios ateo,
lamentos de hombre, ante el hombre, para el hombre
y la mujer,
sollozos.

Por supuesto no espero tu respuesta,
a estas alturas habrás comprendido que te ignoro.

Tiempos rosa


A veces me miras desde tu universo,
en silencio, absorta, con la mirada fija,
y yo finjo que no me entero, pero me entero,
y tiemblo de amor en cada esquina.
A veces me miras y yo te quiero.

Desde tu silencio que grita me observas,
quieta, regia, elegante, sorprendente, bella,
y cuando sientes que te miro te alejas,
ocultando tu mirada al desatino,
surcando con tus manos mi cabeza.

Tu mundo a veces no lo entiendo,
a veces no entiendo tus silencios,
pero que nunca me falten tus dedos,
que nunca me falte tu risa,
que no me falte nunca tu rosa,
y que nadie me encuentre sin tus besos.

jueves, 22 de octubre de 2009

Poema de los versos perdidos


Hay versos que huyen,
exiliados de la boca se pierden en el silencio,
y se ocultan esperando voces dignas.
Hay versos extraviados
que no encuentran nunca su poema
y vagan, tristes, de sueño en sueño.
Hay versos que observan,
parapetados en una atalaya distante,
refugiados de estas ansias de decir.
Hay esqueletos de versos,
exentos de adjetivos, huérfanos de nombres,
que no se atreven a nacer.
También tímidos versos elocuentes
que callan por no herir,
hastiados en su corrección.
Son versos perdidos,
apostados y perdidos con la luna,
que nunca llegarán a beso.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Tocata y fuga


Al alba, amor mío, se encienden todos los discos verdes
para dar paso a tus ojos extraviados de tanta noche.
Yo grito con el secreto deseo de que mi voz perenne
te traiga de vuelta a casa, sorteando todo mal.
Las aves te persiguen, graznando como sirenas
masturbándose ante el barco que llega a puerto.
La lluvia se resiste a perder de vista tu piel
y danza sobre ti macabra y paralela al suelo.

Al alba me despierto, vida mía, para comprobar
que aún existes, que todavía existo y soy.
Cada mañana me observas abierta de piernas,
puta de esquina, como si no fuera contigo.
Al amanecer, cuando el sol sale a secar los huesos
del mundo, sonrío yo por tu desprecio y tu ironía.
Vida, ramera, cara y esquiva, en tu goce
me recreo cada día, cuando el sol despunta.

Y huyo por las noches,
temiendo represalias.

martes, 20 de octubre de 2009

Milou II


Me dijiste ven,
y yo te seguí con los ojos cerrados y el corazón abierto,
corrí tras tu rastro de olor querido a sexo amado,
volé entre nubes de tormenta acurrucado entre tus brazos,
soñé pesadillas de tu ausencia muerto de miedo.

Me nombraste,
y en tu aliento elocuente construí yo mi hogar deseado,
en tus palabras escribí el nombre de un destino cierto,
en tu boca pinté mis labios, tatué en tu cuerpo mi cuerpo,
en tu seno elevé mi alma moribunda a un cielo más claro.

Me elegiste,
y mis palabras grises se inundaron de verde, de azul, rojo y amarillo,
y mis deudas con la vida se saldaron,
y mis heridas sangrantes se cerraron,
y fui capaz de verte, fui capaz de amarte desde los ojos de este niño.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Soños e sucesos


Esa mañá a ledicia embargouno. Fixera anos que non conseguía recordar un soño ao despertares. E iso era o mesmo que non soñar. Qué é un home sen soños? Valeiro. Soñar é vivir.

Sentíase ben. O sorriso perenne que amosaba o espello era una boa proba do seu estado interno: felicidade.

Como ía enfrontar a nova situación? Soñara! Conseguírao! Iso xa non podería roubarllo ninguén. Se o volvía facer igual, soñaría?

De súpeto decatouse do traballo que tiña por díante. Púxose a roupa de faena, colleu a lixivia e os demais produtos de limpeza e comezou o traballo. Tiña o costume de escoitar música na casa, e para a ocasión escolleu a súa ópera de cabeceira, o marabilloso Don Giovanni. Gustáballe imaxinarse altivo perante o Comendador, disposto a morrer ao seu xeito, cun xesto de grandiosidade, a matar polo seu gusto, axeno á sociedade. Cando estaba a piques de rematar a faena ouvíu, nun momento no que a música baixou o tempo e o tono, que chamaban á porta…



Efe. Agencias.
EL MERODEADOR ABATIDO POR LA POLICÍA
DOS AGENTES HERIDOS EN EL TIROTEO
Vigo.
Un hombre de 45 años de edad, que responde a las iniciales J.P.P., ha sido abatido en su domicilio por agentes del Cuerpo de Asalto de la Policía Nacional. La citada unidad de intervención se vio obligada a utilizar métodos letales ante la violencia con la que fueron recibidos por el agresor, quién disparó repetidas veces a través de la puerta con un arma de gran calibre, hiriendo a dos agentes que se encuentran ingresados en centros hospitalarios de la ciudad, con pronóstico reservado.
A falta de los resultados de las pruebas forenses pertinentes, fuentes policiales han confirmado que los parques de la ciudad vuelven a ser seguros. Todos los indicios apuntan a que el hombre abatido era el asesino conocido como el merodeador. Parece que en el domicilio se han encontrado objetos y restos biológicos de las cinco víctimas del merodeador, y que la ciudad puede de nuevo salir a la calle.

Visita inesperada


De repente llega como una lágrima furtiva,
Llega como una sonrisa inesperada, como
Un ansia de gritar un nombre ajeno y afirmar su eternidad.
Llega y te desarma.
Ahí estás tú, absorto, obnubilada, preguntándote si,
eventualmente, el mundo es tan perfecto
que todo el amor cabe en unos ojos abiertos,
deslumbrada, extático, sin capacidad de movimiento
ante la belleza de lo apenas vislumbrado.
Llega y te desarma,
a ti que por principio vagas sin arma alguna
más allá de un alma dondequiera extranjera,
a ti, derrotado por no presentar jamás batalla,
a ti, vencida, ajusticiada y olvidada.
De repente llega,
y te desarma,
y ya no importa nada,
ya no importa nada.

sábado, 10 de octubre de 2009

No te necesito...


No te necesito,
para pensarte me bastan los pájaros
cortejándose al alba,
los árboles inclinados en busca de sol,
las hojas en blanco de un libro futuro perfecto.
No te necesito,
siento tu alma en cada objeto,
doblando todas las esquinas,
eres cada palabra que mi boca pronuncia,
la locura que alimenta mi locura.
No te necesito,
he aprendido a no cerrar la mano,
a dejar la puerta abierta,
a ofrecer sin presupuestos,
porque ya lo sabes,
no te necesito, pero te quiero.

Dimanche


Acaríciame esta noche
que no sé si mañana el sol saldrá
dispuesto a concedernos
otra última oportunidad.
Derrama esta noche
tu saliva sobre mi alma
que cabe todo un mundo
entre los pliegues de mis sábanas.

No detengas esta noche tu sonrisa
ni malvendas tus sueños
que estoy dispuesto a pagar
lo que me pidas por ellos.
Que no te venza esta noche el desamparo
y se repita, eterno, este domingo
hecho de besos y versos al aire,
de tú conmigo, de yo contigo.

domingo, 4 de octubre de 2009

El otro niño


No a la mentira de saberse diferente y encontrarse suspendido sobre el abismo insondable del otro, vendiendo ajenidad a manos llenas, enfrentado a la parquedad de un alma destruida ante un espejo, sollozante.

No a la verdad de saberse igual en la desdicha, ni a la verdad de no reconocerse en la mentira, ni aún en la propia.

No al futuro, no al pasado, no a la línea temporal que te ordena, te antepone o te pospone sin atisbo de piedad.

No al ego construido a través de otra mirada de ojos fijos, incandescentes, que en su juicio establecen la existencia impenitente del loco de atar.

sábado, 3 de octubre de 2009

In itinere


En otros ojos escribo ahora tu mirada,
mis manos te acarician, amor, en otra espalda,
y mis sueños, los de entonces, crecen al abrigo
de otros sueños empapados de destino.

Me fui al encuentro de la vida
y la vida, por azar, me encontró a mí
con un alma llena de tinta
y el mundo entero por escribir.

Otros libros caerán entre mis manos,
otras manos seguirán mis palabras extranjeras,
escritas en sangre sobre piedra,
hijas y herederas del antaño.

No es adjetivo el sol que hoy nace
mas califica mi sonrisa y su belleza
que derrite mi pecho y esparce
agua de vida al fin plena.

Mojándolo todo.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

The New York city lights


Te he visto soñando

con avenidas anchas de luminaria fastuosa,

the New York city lights.

Te he visto huir

y embarcarte en viajes imposibles,

siempre con los ojos cerrados.


Te he visto y, a veces, te amé

sentado en algún aeropuerto tras tus pasos,

creadora de rutas inmóviles.


Yo no conozco el brillo de las luces de Nueva York

mas te observaba y, extrañado, te pensaba

grande en la ciudad grande, enajenada.

Te imagino vagando por las calles de Londres,

de París o Berlín, o Roma con la mirada perdida,

triste tras tus the New York city lights.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

El poeta ficticio


El negro lamento sordo,
lleno de destino opaco,
que surge del silencio profundo,
de la incapacidad suprema
de amor.

El yo inundado de espejos
que no permite la visión,
que deforma y te deforma,
que oculta el mundo
y el amor.

El poema cerrado sobre sí mismo,
repleto de palabras vacías,
de sentimientos abocados al fracaso,
hiperbólicos, que no habla
de amor.

El hombre vencido por la historia,
que permanece ciego invariablemente,
que permanece sordo todavía,
que ha perdido el rumbo
y el amor.

Todo es mentira.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

El amante imberbe


Observo tu cuerpo curtido,
cansado tras una noche de amor caduco,
e imagino su esplendor en lozanía
borrando cada arruga de tu piel.
Me mezo en tu sonrisa mientras duermes,
alejando de mi mente tu pasado,
a tus hijos y marido,
conservando solo el tacto y el olor
de un regalo fugaz como una estrella.
Tus jadeos antiguos resuenan
como eco en mis entrañas,
multiplicándose hasta un orgasmo
que no debiera ser.
Mientras tanto te observo, dormida,
desnuda, con cada uno de tus años escrito
a fuego en tu mirada, ávida de vida,
y me pregunto
quién soy yo entre tus brazos.

La verdad


Tú y tú,
yo,
el cristal con que me miras,
el amor,
el dolor,
la esperanza,
la rosa belicosa,
el pan dánosle hoy,
el karma,
la razón,
el bien y el mal,
toda perspectiva,
cada verso,
el átomo,
la salud agonizante,
cualquier filosofía,
el bien común,
la cultura,
los derechos y deberes,
los torcidos adjetivos,
sonrisas perennes,
lágrimas de cocodrilo,
la historia de los que ganan
y la historia de los vencidos,
todo,
todo,
todo,
todo es mentira,
y yo,
que las digo.

viernes, 28 de agosto de 2009

Amor senil


Armoniosa es la voz de la mujer que al alba
canta tu nombre mientras se lava los dientes.
Bella su belleza de bata raída por el tiempo,
la hipoteca y los impuestos.
La ternura inunda tu rostro cuando,
por enésima vez,
te invita a ser Guillermo Tell
frente a la taza del váter.

Es ella y no otra la que cura tus heridas
cuando llegas a casa derrotado por la vida,
sangrando lágrimas saladas junto a ti,
haciéndose ovillo en tu dolor.

A pesar de todo a veces la vista huye
tras cuerpos de otro tiempo, llevándote
a un sueño de satén y noche eterna,
del que despiertas sudando, intranquilo, sin ella.

A pesar de los pesares, de los gritos,
de las deudas en la cuenta del olvido,
es ella, no otra, quien te observa,
satisfecha, y te ama.

lunes, 24 de agosto de 2009

SuperYo


Me asustan tus palabras.
Cuando dices creas, ignorante de las consecuencias.

Me asustan tus verdades, tu conocimiento onanista,
la irónica sonrisa que muestras al asumir tu papel,
juez y parte.
Tiemblo ante tus leyes de aire, ante tus dioses de barro.
Pero ante ti me inclino,
inexorablemente.

Yo, hijo de tu soberbia, observo el mundo
a golpe de palabras tercas,
constructor de ironía.

Tú, que abarcas todos los idiomas,
todo sentimiento, que no conoces frontera
más allá de la muerte,
eres el único responsable de mi voz,
tú eres mi propia voz,
consciente e inconsciente.

domingo, 23 de agosto de 2009

Poema del amor pacífico


No quiero conquistarte,
es mi último deseo convertir tu cuerpo
en una trinchera.
No te rindas a mis pies, no claudiques,
ni presentes batalla.
No voy a asaltar tu fortaleza, nada te hurtaré,
no necesitas defenderte.

Mi triunfo no es vencerte
en una guerra a doble o nada, sin táctica voy
a tu encuentro,
sin estrategia de evasión en la mirada.
Mi amor
se escribe en versos despojados de violencia,
no te quiero vencida,
te quiero compañera de batalla.

jueves, 20 de agosto de 2009

Magnicidio


Salvo quizás, por esa casi imperceptible gota de sangre seca que furtiva decidió esconderse entre los pliegues sedosos de la sábana real. ¡Oh infortunio!
Él, que había preparado minuciosamente toda situación, cada gesto, cada palabra, enfrentado ahora al absurdo de su propia mentira.
Caprichosas, crueles son las ruedas de Fortuna, pensaba absorto esperando veredicto en la mazmorra más oscura y profunda de Palacio.
¡Necios! ¿Cómo podían siquiera pensar que su sangre había de ser azul? ¿Qué clase de nación regía? ¿Qué monstruo había creado?
Él, hijo de Rey, nieto de Rey, traicionado por su sangre.
El día de su muerte un grito unánime recorrió las arterias de la villa: ¡DEMOCRACIA!

Tú y yo


Te miro
y no veo el reflejo de mi amor en tus ojos.
Tus palabras eran grandes, enormes:
amor, simbiosis, dulzura, sexo e intimidad,
respeto, locura, siempre, nunca, lealtad.
Crecí entre tus brazos,
hasta que tus brazos se hicieron barrotes
ahogándome en nombre de tu corazón.
Hasta que tus brazos se hicieron garrotes.
Mi cuerpo, antes soñado, es ahora
hercúlea columna en la que se estrella
la arbitraria sinrazón de tus manos,
locas de pasión.
Mi mente el repiqueteo continuo de la conciencia,
arrasada de raíz.
Cada zarpazo de amor me aproxima al delirio
en un lecho más de muerte que nupcial.
Me miro
y no ve más que muerte, tuya o mía.

domingo, 16 de agosto de 2009

Eclipse de Sol


¿Recuerdas la mañana en la que el sol no salió?

Las gentes, confundidas, vagaban por las calles
indignadas, sucias de la noche perenne,
esperando una respuesta de los cielos,
oscuros y silentes.
Algunos se abandonaron al hastío apocalíptico,
comenzaron su letanía de motivos,
vendieron sus plegarias de redención,
oscuros elocuentes.
Otros se conformaron en el placer del instinto
a base de violencia, a base de sexo, rezumando
alcohol y olores viejos a animalidad incandescente,
oscuros salvajes.
Los afortunados durmieron y soñaron con un sol brillante,
con frondosos bosques y llanuras verdes
repletas de lugares propicios al amor y a los instintos,
oscuros durmientes.
Otros observaban aterrados la muerte,
la tristeza ensombrecida, la inanición del alma,
incapaces de articular palabra,
oscuros derrotados.

Finalmente el sol salió, y todo sigue igual.

viernes, 14 de agosto de 2009

Monstruo


Engendrando monstruos voy,
pariendo dolores y melancolías
con olor a libro viejo.
Adjetivo miradas furtivas,
pongo nombre a corazones indomables
en todo lugar,
en todo tiempo.
Implemento el abismo del verbo
para ofrecer otro punto de vista,
acaso el mismo.
Confundiendo almas entretengo la vida
-pues cada palabra es tuya si la lees-,
persiguiendo glorias efímeras.
Monstruo soy,
engendro de mí mismo,
caricatura deformada en un espejo de palabras,
siempre ajenas,
que sugieren algo más de lo que dicen.

miércoles, 5 de agosto de 2009

La ciudad


La hierba no crece en estas calles
que multiplican el ensordecedor
quejido del asfalto.
No hay flores más allá del cementerio,
y son éstas marchitas sombras
de un recuerdo de un recuerdo.
El mar se antoja depresivo,
cansado de ir y venir sin rumbo,
escupiendo sin descanso su agonía.
Este cielo de todos los demonios
que ofrece su manto ya no azul,
lamenta su miopía aullando a las estrellas,
ausentes.
Sólo los gemidos extraños
de sus habitantes en llamas
recorren las avenidas de la ciudad interminable,
seguros de la certeza,
esquivando y esquivándose.
Urbanitas podridos con los ojos arrasados,
perdidos,
como un hombre que,
enfrentado al espejo en soledad,
no ve más que su propio reflejo.

martes, 4 de agosto de 2009

El viajero


Sin otra frontera que la piel camina
un desconocido, un extranjero
observado por mil ojos atentos,
prestos a la guillotina.

Deambula sin destino perseguido por su sombra,
compañera perenne de victorias y derrotas,
buscando un país dónde la patria no sea razón,
sin himno ni bandera que engañe al corazón.

Con los ojos arrasados por la pena
el viajero hace acopio de lágrimas ajenas
para tener qué llorar en su tristeza,
ajada sábana que en sus noches le desvela.

Caminante de pies desnudos,
manos ofrenda,
mirada limpia,
áspero mundo.

Reo condenado de antemano a muerte,
cercado por los ojos asesinos de la turba,
el viajero sonríe mientras fuma
y piensa, y maldice su mala suerte.

lunes, 27 de julio de 2009

Ecos de vida


El silencio es pétreo en los jardines del camposanto,
sólo los lamentos olvidados de unas flores marchitas
resuenan como el eco de un pretérito imperfecto
que nadie quiere recordar.

Un hombre tranquilo se aproxima a su lápida
consciente del absurdo de la eternidad,
sin llantos que nublen la vista,
sin legados ni epitafio, sin volver la vista atrás.

Supo de cielos azules, de amor inconfesable,
de ríos de sangre que no llevaban al mar,
de la madera de los sueños que arden
al abrigo de todo tiempo en tempestad.

Descubrió al andar la quietud del movimiento,
la permanencia del fluir incesante,
la mentira de la verdad de los necios,
el vacío más allá del instante.

Por sentirse vivo pronunció palabras,
dijo amor entre mil brazos, tequieros de hastío,
perdón o amén a dioses de barro cocido,
libertad o muer…

Y al cabo comprendió que todo verbo
conjugado al amparo de una estrella
refleja su luz como un espejo
despojado de toda trascendencia.

Sentado ante una lápida sin nombre,
inmaculada en su desnudez,
un hombre tranquilo sonríe,
enfrentado a su modo de ser.

domingo, 26 de julio de 2009

Agua


Agua fluyente,
desbocada en el fragor de tu garganta,
centelleando a borbotones,
en caída libre por tu cuerpo,
agua que bebes.
Líquido elemento que te sana
y te limpia, liberador del peso
inmensurable que te atenaza.
Agua viva que te lleva,
en volandas,
a tu particular edén soñado,
retablo de lágrimas viejas.
Agua que olvidas en cuerpos extraños,
apenas percibida como ofrenda,
agua tiempo,
tu generoso regalo.

Agua limpia,
que es la sangre que derraman tus heridas.

miércoles, 22 de julio de 2009

La calma y la tormenta


La mañana aparece mojada
y el mar se oculta, tímido,
tras un velo de tristeza blanca.
Los árboles gimen temerosos
intentando huir de sus raíces
como anclas clavadas en el desconsuelo.
La ciudad enloquece en una macabra
danza de paraguas derrotados,
de ojos acechantes desde el amparo.

Mientras tanto el poeta se desnuda
y se enfrenta con palabras al destino,
asienta sus raíces como anclas
en el desconsuelo,
aprende a ser agua y niebla,
a ser ola que rompe contra el mundo
partiéndose el alma,
jugándose el amparo en pos de la derrota.

El poeta sabe de la calma y la tormenta.

Tiempos de tormenta


En la lágrima perenne de un niño
enfrentado al terror de la noche
has sido feliz.
También en la inquietud adolescente
de un espejo deformante,
que te devolvía siempre distinto.

Has besado labios grises,
surcado cuerpos como mares,
presto a la tormenta.
Has erigido muros, parapetos
contra la vida,
atrapasueños si eran pesadillas.

Has sido feliz
en el dolor de tus heridas y
de las heridas de tus heridas,
curando con tristezas las alegrías,
consciente de la cara oculta de la luna.

Descubriste el vacío y has sido feliz
en cada suspiro,
en todas las manos tendidas,
a pesar de los naufragios
y las olas asesinas,
amarrado a una sonrisa salvadora,
promesa de ironía.


¿Por qué ya nada ahora?

martes, 21 de julio de 2009

Poeta o nada


Informo contenido.
Apelo. Digo.

Elegía de la sinsustancia,
palabras huecas que se deslizan,
que fluyen en busca de un destino,
conscientes de su falta de sentido.

Poeta o nada.

Es ésta la forma que tengo de decirte,
áspera y húmeda,
de adjetivo en sustantivo,
amor, que te quiero, que te vivo.

Poeta o nada.

Si vivir es una ciencia,
propongo el suicidio.

viernes, 17 de julio de 2009

Sorolla, no es Galicia?


Ensayo sobre la incomprensión


Antes de comenzar a divagar sobre la incomprensión he de pedirte comprensión ante mi prosa, enferma de verso, y ante mi razón, enferma de sinrazón.
Hubo quienes, ávidos de conocimiento y geografía, se dedicaron a forjar lazos, construir puentes, vías apias y aeropuertos.
Hubo quienes levantaron muros de Berlín o de la vergüenza, grandes y pequeñas murallas, quienes se enrocaron o se fortificaron tejiendo fronteras. Hubo guerra de los seis días, de los treinta o cien años, mundial y total. Hubo esclavos y esclavas. Hubo reyes y nobles. Hubo tiranos y déspotas, asesinos, granujas deleznables, poetas y filósofos. Hubo hambre, frío extremo y calor sofocante. Hubo muerte, mucha muerte.
Todo esto hubo, pero también sonrisas, interminables noches de amor o sexo, niños corriendo y gritando, ajenos a la historia, e históricos acuerdos de paz, sellados con sangre y con palabras. Hubo buscadores de tesoros, niños grandes jugando a ser pequeños, hacedores de milagros, poetas y filósofos. Hubo arte, simpatía y, a veces, amor.
Claro, hubo quien detentaba la verdad, quien pensó decidir por todos, el que no toleró.
Hubo todo esto. Hubo enemigos a muerte. Hubo imposiciones. Hubo algún traidor.
No puedo más que declararme inepto, tonto, simple, vacuo. Porque no lo entiendo. Esforzados buscando romper el átomo hemos destruido la hierba. Buscando oro vaciamos la montaña. En pos de la paz guerreamos sin freno, libidinosos.
Decía Einstein que desconocía el tipo de armas que se usarían en la tercera guerra mundial, pero que en la cuarta serían palos y piedras protagonistas. Triste lucidez.
No lo entiendo. ¿Qué vendrá después? ¿En nombre de quién la muerte?

Modos de ser

Cuando me preguntas quién soy no sé qué responder…
Claro, podría decirte que soy una poética mirada, que no veo la calle sino un vasto escenario pleno de buenas y malas historias, que no veo una flor sino la flor, que no siento el tiempo que pasa, que mi tiempo fluye, se desvela, retorna. Podría decirte que soy ofrenda al instante, que soy ave peregrina, que soy verso al aire, para quedar bien.
Sin embargo también soy lágrima enquistada, sabor amargo a hiel hedionda, ironía multiplicada hasta el desatino, palabra dardo, desafección.
¿Quién eres tú que me preguntas? ¿Qué mundos has creado?
Tal vez todos seamos mucho menos de lo imaginado, sólo importantes en el nacimiento de una sonrisa.

lunes, 13 de julio de 2009

La noche


En las sombras de la noche se esconden mil historias para no dormir;
rostros fugitivos de vida que ocultan su desencanto, intentando redimir el día en la absurda y atestada barra de otro antro poco limpio;
mujeres, hombres e indecisos vendiendo flores marchitas, ajadas, cercados por la desesperanza y la derrota;
mascotas que pasean a sus dueños autómatas oliendo mierda ajena;
sanguijuelas en busca de alimento bailando frenéticamente al ritmo de las sirenas de la policía;
ojos en vela, atormentados por el dolor de mirar y mirar;
y yo.

Afortunadamente sé que estás ahí, eterna, inmóvil, permitiendo la existencia, protegiéndonos del alba, con tus sombras y tu nada;
que en tu lecho se veneran mil cuerpos, entregados a ti, extranjeros al dolor de mirar;
que en tu misericordia se teje la vida, señora, madre de todo bien y todo mal, madrina de los recuerdos que no se olvidan;
y que cuando piensas que nadie te ve flirteas, descarada, con don Mañana, dejándote ver las entrañas.

La herida

Conocí de tu mano el amor promesa,
el que crece y te domina desde dentro,
llenándolo todo.

Fui yo tu parapeto,
el agua y el jabón que limpió tus heridas,
tu refugio del mundo, tu huída.
Tú, mi primer libro de versos,
una patria que nunca fue mía.

Contigo creé un idioma y dije.
Y tú sonreías, y decías. O callabas aquiescente
absorta en un murmullo de alma.

Luego llegó el silencio de palabras encontradas,
ambiguas, asesinas,
palabras que se clavan como dagas afiladas,
sembrando hastío.

Después la ley de extranjería, la maleta
de recuerdos, el alcohol y el humo,
el vacío.
Un idioma de palabras rotas.

Finalmente soy yo la herida tuya,
tu abismo,
promesa de sombras,
un simple adjetivo.

Imaginario del poeta

Uno se escribe con tinta por no desangrarse
y escoge de entre el mundo sonidos
que incansablemente repite sin pausa.
Ahorrándoles trabajo a avezados críticos
que en su intento por determinar la fe del autor
esgrimirán sus afilados bisturíes,
yo mismo adelanto mis fetiches:

espejos, por supuesto, imagen multiplicada en el vacío;
tinta, sangre y derivados, sinónimamente;
lo otro, lo ajeno, lo extranjero
en ausencia de juicio;
lo propio enjuiciado hasta el hastío;
la mentira y la verdad,
o dos modos de no decir absolutamente nada;
eso y el amor,
irrenunciable, no sé vivir sin alma.

Por demás intrascendente, anecdótico, cansino,
conciliador, mínimo común múltiplo, rabino.

Dicho esto diseccionen, fobiólogos hacendosos,
librepensadores de guante blanco,
estoy presto a la muerte y al destino.

domingo, 12 de julio de 2009

Ella, la innombrable

Te observo desde la distancia,
te sigo con la vista, te aprendo
para contarte, más tarde, en un susurro.

Te observo ajeno, siempre atento,
desde el otro lado de vida,
y envidio tu mirada sana, tu acción pura.

Te doy mis ojos y mis palabras, te doy mi alma
que anhela ser tú, me ofrezco en sacrificio
yo, que renegué de todo dios por principio.

Mi vida se escribe mientras te acecho,
transcurre adjetiva tras mis ojos enfermos
de nombre sustantivo.

Tú que me has vencido con tu palco,
que me has herido de tu hastío,
y asesinado de amor soñado.

Tú, vete de mí.

Don Juan (fragmento) - Gonzalo Torrente Ballester


Pude sentirme sin la Gracia de Dios y sin las tentaciones de Satanás. Sin embargo, mi corazón comprendía que aquello no podía durar, que ni Dios ni el diablo permanecerían eternamente mudos, que uno y otro me acosarían, como es su oficio. Aproveché la ocasión para quejarme al Señor de que no hubiera otro camino, una tercera vía de independencia. "El que no está conmigo, está contra mí", había dicho el Señor; pero ¿por qué necesariamente con el diablo? ¿No se podía estar -por ejemplo- con los hombres?

Hacedores del absurdo

Hay quien oculto en las sombras de la noche
imagina paraísos de dicha, de alegría desbordada.
Se sienta, ajeno a la vida, a contemplar la vida ajena,
imaginándose protagonista de la historia.
Inventa un mundo a la medida y se deja mecer,
ebrio, hasta el alba que castra el deseo y lo oculta.

Hay quien reduce su existencia al sufrimiento de saber,
quien se flagela el alma con verdades escritas,
insumisos de la muerte, jueces, escribas
y demás caterva de poseedores de fe.
Codifican el mundo a su imagen, engendrando odios,
salpicando, graznando a voz en cuello sus condenas.

Hay quien decide no ser y roza meramente el estar,
sueña con hombres y mujeres desnudos, con un yate,
y un rólex. Y se masturba.
Ven un mundo simple, un objeto más del que gozar.

Otros permanecen expectantes, seguros en la duda,
ávidos de mar, perdidos en los recovecos de la incomprensión.
Ajados espíritus que hacen suyo el sufrimiento,
el amor y la alegría,
sabedores del absurdo, hacedores del absurdo.

jueves, 9 de julio de 2009

Un hombre inocente

Un hombre inocente se enfrenta al espejo
atormentado por las dudas,
carcomido por las sospechas,
y se descubre condenado capital,
desahuciado hombre inocente.

Un hombre inocente vestido de lunes
mecánicamente se aproxima a una
ventana
vacío
una vez y otra pensando en el suicidio.

Un hombre inocente se siente juzgado
por crímenes lejanos y cercanos,
por faltas y deslices que sueña,
por lo que calla, por lo que dice,
por aquello que ya ha soñado.

Un hombre inocente se apaga,
candil sin aceite, y crece, crece,
crece la culpa, nace el rencor.

Un hombre inocente desahuciado,
condenado,
se resiste,
y vestido de lunes se enfrenta al espejo,
se juzga,
se escupe,
y se grita: HOY NO.

The meaning of life


Levantarte una mañana. Aún somnoliento
enfrentarte al dantesco infierno del espejo.
Sentirte vacío, sin esperanza, en ayunas.
Limpiar el alma de sueños bajo la ducha.
Reinventar una sonrisa que no huela a viejo
y amanecer al mundo mientras des-ayunas.

¿Cuál es el sentido de la vida?

Me resisto a dioses menores, a ser arcilla o sal,
a la culpa y al orgullo, a la alabanza y a la verdad.
Reniego de más allás, elíseos campos, Walhallas,
tierras de promisión que esconden una vida vana.
Huyo de predicadores que venden hastío y azar,
de sabios desalmados exigiendo muerte al alma.

¿Cuál es el sentido de la vida?

Nada agota la existencia, nada colma sus expectativas,
poeta de verso débil, constructor de palabras y sentido
que se halla perdido, enajenado, estafado entre las ruinas
del sinsentido de la vida, llorando, sangrando tinta, vencido.

Horas extrañas


Sentado y en silencio,
contemplando las horas fugitivas
entre humo y ecos de vida,
lejana y ajena,
desde este sillón ajado,
al abrigo de la tormenta.

De dónde esta manía de evasión,
esta querencia amarga,
esta ausencia borracha,
esta borrachera de palabras,
¿por qué?

Sí,
en los palcos dormitábamos extraños
y extrañados de la falta de respuesta.

Qué nos queda hoy sin la palabra,
ahogada en whisky y fin de siglo.
Nada nos queda,
no nos queda nada
más que seguir bebiendo, borrachos
en hora extraña.