jueves, 12 de noviembre de 2009

Le miroir


Te observan.
Miles de ojos acechantes te persiguen.
Y tú en silencio,
ni presto a una huida pronta,
ni ajeno al peligro que te cerca,
simplemente estás.

Sonríes ávido de sol,
desnudo por placer,
al tiempo que ecos y graznidos
se confunden con el rugir del mar,
y ves o sueñas gaviotas
bailando tangos en el aire.

Me miras,
ajeno al espejo que nos une;
me amonestas,
recordándome el precio de la vida;
me arrinconas,
y yo en silencio,
soy feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario