Has llegado, extranjera, de otros mundos
para cambiar mi mirada estática,
con tus buenas maneras y tus manos bailarinas
que dibujan corazones en mi espalda,
con tus pasos de viajero extraviado
que en busca de un destino halla sólo polvo,
con tus sueños y tu sueño, siempre derramado
antes de hora para mis huesos insomnes,
con tus sombras y tus secretos y tu ironía,
y esa risa inesperada, y tu sexo.
Yo me siento extraterrestre, ajeno a cualquier patria,
y diluído, en una alarmante ausencia de palabras,
bordeando la locura de no saber decir, apenas,
que te quiero,
que has fijado mi destino apátrida a tu piel,
que en tus sueños fundo yo los míos,
y que sin ser nadie soy un rey, príncipe y señor
del estado salvador que limita con tu alma.
Qué bonito.
ResponderEliminarGracias!!!
ResponderEliminarBonito fue escribirlo.
;)