¿Recuerdas la mañana en la que el sol no salió?
Las gentes, confundidas, vagaban por las calles
indignadas, sucias de la noche perenne,
esperando una respuesta de los cielos,
oscuros y silentes.
Algunos se abandonaron al hastío apocalíptico,
comenzaron su letanía de motivos,
vendieron sus plegarias de redención,
oscuros elocuentes.
Otros se conformaron en el placer del instinto
a base de violencia, a base de sexo, rezumando
alcohol y olores viejos a animalidad incandescente,
oscuros salvajes.
Los afortunados durmieron y soñaron con un sol brillante,
con frondosos bosques y llanuras verdes
repletas de lugares propicios al amor y a los instintos,
oscuros durmientes.
Otros observaban aterrados la muerte,
la tristeza ensombrecida, la inanición del alma,
incapaces de articular palabra,
oscuros derrotados.
Finalmente el sol salió, y todo sigue igual.
Las gentes, confundidas, vagaban por las calles
indignadas, sucias de la noche perenne,
esperando una respuesta de los cielos,
oscuros y silentes.
Algunos se abandonaron al hastío apocalíptico,
comenzaron su letanía de motivos,
vendieron sus plegarias de redención,
oscuros elocuentes.
Otros se conformaron en el placer del instinto
a base de violencia, a base de sexo, rezumando
alcohol y olores viejos a animalidad incandescente,
oscuros salvajes.
Los afortunados durmieron y soñaron con un sol brillante,
con frondosos bosques y llanuras verdes
repletas de lugares propicios al amor y a los instintos,
oscuros durmientes.
Otros observaban aterrados la muerte,
la tristeza ensombrecida, la inanición del alma,
incapaces de articular palabra,
oscuros derrotados.
Finalmente el sol salió, y todo sigue igual.
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