Quizá te toque, de improviso, despertarte de este sueño
y te descubras solo, indefenso en un páramo.
Probablemente desesperarás, maldecirás tu estampa
y mi estampa,
gritarás y arrastrarás mi nombre,
esdrújulo en odio.
Los amaneceres son crueles y puntuales.
Quizá sea yo quien despierte
a medio ahogar en cualquier tugurio
donde libertad o muerte se confundan,
nuevamente buscando un adjetivo.
O quizá nos observemos incólumes,
cada uno en su lado del espejo,
cada uno con su pinta de tipejo ajado
y gris por dentro,
ambos compartiendo sino y compartiendo tiempo
ambos perdidos.
El ocaso es propicio a la poesía.
Si despertamos y descubrimos horrorizados
el dolor,
y volvemos a aullar a la luna,
y perdemos el alma y la vergüenza,
y preferimos los dientes a la lengua,
convendría no olvidar
que los sueños, sueños son.
Me encanta!!! Gracias por compartir el sueño bonito de tu vida, o dar vida a tus sueños... es realmente hermoso y vibrante leerte. Un abrazo!!!
ResponderEliminarGracias a ti por emplear preciosos instantes de la tuya en navegar mis versos, apenas aire intrascendente.
EliminarUn abrazo para ti también. Sincero y sentido.
Tus versos son la esencia preciosa y precisa que tanto me ha costado encontrar. Me encuentro feliz entre tus versos.. me encanta leerte. Recojo ese abrazo entre mi esencia para que vuelva a ti convertido en vida. Gracias por estar aquí. Siempre sé que tanto tu escrito como tu firma son sentidos y sinceros. Jamás dudo del corazón.
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