Mi cuerpo se retuerce en tu recuerdo,
vela en la noche mil caricias imaginadas
y al amanecer estalla
salpicando de sal y agua
tu espalda soñada.
Me despierto en pie,
con la lengua mojada
y te busco,
y no te encuentro,
y me dejo matar a mano almada.
Dejarse matar a mano almada, es una buena manera de dejarse matar, Álvaro, me lleva por asociación a disparar el alma.
ResponderEliminarMe ha parecido un hallazgo poético el verso, francamente.
Estuve leyendo y escuchándote. Te dices muy bien a ti mismo. Mola.
Namasté.
Creo que es la mejor manera, si es que eso del alma tiene algún sentido...
EliminarLo de decirme a mi mismo... quizá un poco onanista, pero me parece un complemento. Gracias por tu gusto (bueno o malo).
Eso de "a mano almada" tengo que reconocer que no es original, creo haberlo visto en algún sitio y haberlo registrado en la memoria. Me parece una expresión brillante, pero no me atribuyo ningún mérito.
Gracias por tu coraje.