Pincha aquí para escuchar el poema
Siento como propios tus abismos,
todas las condenas a muerte,
los tumultos angustiantes
que invitan sonriendo al suicidio.
Siento cada grano de tiempo escurridizo
huyendo hacia atrás,
como si todo hubiera sido nada,
como si no importara la ausencia de sentido.
Me observo y te observo derrotada,
con apenas esperanzas para el ahora,
un ahora que se diluye en una lágrima
enquistada y absorta, fúnebre y rota.
Y todo lo que diga,
y lo que pueda llegar a decir,
se me antoja bagatela en tu ausencia,
aunque me mires y asientas, con la sonrisa tenue.
Aunque el futuro me mienta,
y prometa rosas y niños, puertas y trenes,
me planto aquí, enfermo de presente,
a custodiar tu sueño duermevela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario