lunes, 1 de abril de 2013

Sueño & Pesadilla


Cierra los ojos”, “Salta”, “Hazlo”,
me gritaban las voces incólumes en sus pedestales
mientras el abismo amenazaba devorarme
ofreciendo un trato:
no ir reptando por la vida,
a cambio el precio de conocer la caída,
de despojarse de asideros.
Aún no veo el negro, aunque intuyo su presencia,
de este túnel de viento que atraviesa colores,
verde cielo, blanco mostaza, azul abril,
rojo tinta, verso libre y punto y fin.
Conozco la palabra muerte,
la palabra hastío y la palabra soledad.
Las conozco y las respeto,
serán cosas de la edad, son, están.
Sin embargo en el descenso vi una flor,
y a Cenicienta, y un cascabel,
a mi abuelo Álvaro, un cuadro de dalí,
una canción a dúo: piano ella, guitarra él,
al enano, una mariposa y un colibrí.
Y vi escrita la palabra amor

1 comentario:

  1. Conocemos las palabras muerte, hastío y soledad... Tal vez, si somos mínimamente afortunados, no conocemos del todo sus efectos, aún intuyéndolos.
    "Sin embargo en el descenso vi una flor,
    y a Cenicienta, y un cascabel,
    a mi abuelo Álvaro, un cuadro de dalí,
    una canción a dúo: piano ella, guitarra él,
    al enano, una mariposa y un colibrí.
    Y vi escrita la palabra amor"
    Qué hermosa visión; ya ha merecido la pena -y la alegría-. Me ha puesto la carne de gallina, Álvaro...

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