Retozamos
mientras los hados,
el fatum,
el destino
o Dios,
vete tú a saber,
entretejen hilos,
los tensan
y destensan
sin miedo al quebranto.
Somos así:
bailamos alegres
mientras la música
suena todavía
y huimos del
incómodo silencio
inventando palabras
que apenas importan
pero importan.
Somos así:
inventamos problemas
que no existen,
patrias que no existen,
amores que no existen
y odios que no existen
para matar o morir,
como si realmente
importara algo más
que el aire que respiras,
que el agua que bebes.
Somos así:
imbéciles
que opinan
y persiguen un significado
que no puede existir.
Revela tu secreto.
Descubre tu vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario