Se vende mundo, o se alquila.
Una retahíla de significantes
que se diluye en un vacío significativo.
Ondas sonoras que se estrellan,
tintineantes,
contra muros de vidrio invisible.
Se vende silencio, o se alquila.
Una sucesión de momentos irrepetible
sin alfa ni omega,
una potencialidad fracasada.
Murmullos naufragando
en la profundidad insondable
de la ausencia.
Se vende aire y tinta derramada,
o se alquila,
rojo sangre tachando un papel.
Una excusa para el amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario