viernes, 28 de agosto de 2015

Un hombre sin mujer

“Un buen día, de repente, te conviertes
en un hombre sin mujer”
Haruki Murakami



Las últimas luces de la noche apagan,
al son de los despertadores,
los sueños frágiles que sueñan
en silencio los insomnes.

Todo está bien. Todo fluye.
La luz inunda con su ruido la realidad.
El traqueteo de la vida brilla
y reparte suerte.
La poesía se esconde.

Abrir los ojos duele,
y ciega.
El amor no eran solo cuatro letras,
ni amar una metáfora.

La ventana abierta refleja el vacío
de un futuro inexorable,
pero invita a volar, invita a buscarte.

Por las calles de tu ausencia
los transeúntes divagan
y escriben historias
de hombres de hierro que vencen al tiempo
y mujeres de fuego que forjan el hierro.

Yo tengo el viento que agita tu recuerdo
como la bandera de una patria soñada,
de una tierra prometida.

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