jueves, 3 de diciembre de 2009

Vita Verga


Me siento como una virgen ante su primera verga,

anhelante,

en plena disposición para el placer,

rebosante

de un terror moribundo,

en tensión.

Estoy presto a todo adjetivo,

dispuesto a cualquier mentira imaginable o no,

expectante,

ávido de nombrar, erecto,

en cuerpo y sangre.

Voy enajenado a la locura, arrojando sátira,

buscando culos que doblegar

con una sonrisa amarga

y no sin cierta dosis de ironía,

derrapando en cada curva.

Y como una virgen ante su primera verga,

como un poeta ante la infamia,

cierro los ojos de dolor y resentimiento

al sentir sólo mi culo doblegado,

y vacío en un papel en blanco.

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