Aquí de nuevo,
entre el silencio corrupto de la urbe
y el tic-tac amortiguado
del corazón,
lejano y doliente,
con el alma en suspenso
parapetada tras un muro de palabras.
Quedamente me acerco a tu recuerdo,
sigiloso,
como quien se dispone al hurto,
oculto
en este bosque de metáforas.
Invariablemente me aproximo,
te cerco
para sólo observarte en la distancia,
voyeur empedernido
equidistante de ti y de mi alma.
entre el silencio corrupto de la urbe
y el tic-tac amortiguado
del corazón,
lejano y doliente,
con el alma en suspenso
parapetada tras un muro de palabras.
Quedamente me acerco a tu recuerdo,
sigiloso,
como quien se dispone al hurto,
oculto
en este bosque de metáforas.
Invariablemente me aproximo,
te cerco
para sólo observarte en la distancia,
voyeur empedernido
equidistante de ti y de mi alma.
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