miércoles, 26 de junio de 2024

La piel que habito

Renuncio a un ayer imaginado

rico en ilusiones ilusorias,

me exilio de ese terreno abonado

para la frustración y la derrota.


No voy a refugiarme en este humo

si tú no te escondes en tu nube,

porque si esta soledad es el futuro

hasta un corazón de piedra se diluye.


Necesito que la vida sepa a vida

y aunque sé que solo es tiempo repetido

apuesto hoy por acallar al suicida

que malvive en la piel que habito.


No voy a perder un solo instante

maldiciendo las encrucijadas

que no nos llevan a ninguna parte

y solo engendran lágrimas.


Quiero reír, y llorar, y oler el jazmín

que inunda las aceras

ajeno a los absurdos

cuentos que entreveran,

con una trama machacona y vil,

un argumento que soñamos único.


No estoy dispuesto al flaco desamparo

de hollar la calle melancolía

con cara de poeta parnasiano,

dispuesto a la metáfora vacía.


Quiero ser y quiero estar

aquí

y

ahora.


Devorar el tiempo.


lunes, 17 de junio de 2024

El instante decisivo

Crees que miento cuando hablo

y cuando callo crees que miento,

y yo me confieso equidistante

que la verdad es un camino

jamás recto,

nunca de un solo sentido.


No puedo negar mis ausencias

cuando me pierdo en tus silencios

y la niebla oculta el horizonte;

yo también naufrago

y apenas nado.


No puedo negar el deseo

eternamente insatisfecho

que anida en un pecho

que ya no late

acompasado.


No puedo negar la evidencia

de una soledad que multiplica

los instantes muertos,

los alacranes

y los gusanos.


No quiero ser tu lágrima

ni quiero ser tu féretro.

No quiero ser lamento

ni desperdicio

ni desperfecto.


Es ahora, 

cuando la tiranía del tiempo

ejerce impertérrita su poder,

que descubro

la insondable profundidad

de mis huecos.


Es ahora,

tú y yo sabemos,

el instante decisivo:

o claudicas

o claudico.