La llama baila y arde el aire
que enardece los espíritus
e inflama la razón,
que quema la esperanza.
Amanece,
y los psicópatas se acicalan,
se perfuman,
se disfrazan.
La vida traquetea repetida.
Se encienden todos los escaparates,
pasen y vean,
si encuentra algo mejor, cómprelo,
no se atreva a no mirar,
desea.
La palabra se aligera y se bifurca,
dice lo que oculta
y se vacía,
harta de sí misma.
Casi nunca nos miramos a los ojos
por miedo a que nos vean.
Todavía no queda tiempo para perder,
aún es tarde.
Compréndelo.
Urge la emergencia.
Hacer el amor cuando hablas,
cuando sueñas y cuando trabajas,
hacer el amor por fe y a conciencia,
sin vergüenza y con las mismas ganas
contigo y con usted, sin preferencias.
Emerge la urgencia.
Sin embargo, quiéreme.
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