martes, 10 de octubre de 2017

Algo nuevo

Indecente,
como el aire que se exhala
cuando el mundo te golpea
la cadera
y te da la espalda.

Absurda,
como un tiempo que crece
y se abandona
a un placer
que quiebra el miedo,
que no urde excusas.

Lunática,
como un Quijano embelesado
y presto al combate suicida
que azuza su caballo,
mira al tendido,
y sonríe.

Esquiva,
como el silencio del rincón
reservado al amor
en los patios de recreo,
siempre presente.

Exhausta,
tras provocar un incendio
que conjura las lágrimas
que paren
el fuego del que nacemos.

Y viva.
Felizmente viva.

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