Requiem, dicen,
por un tiempo que se esfumó,
que es ya humo
e impulsos eléctricos.
Todo vuela a la velocidad
del rayo vengador de un Zeus
que yace inerte
al alcance de la mano
punto com.
Perdimos el norte y la brújula
persiguiendo una verdad
que jamás existió,
y naufragamos de tanto navegar.
Mírame,
existo,
me ves.
Pronto has de caer en mi red,
pero la presa soy yo.
Estamos aquí y estamos allí,
pero siempre perdidos,
siempre solos
deslumbrados por una luz
que vela un mundo
que no es.
Sin embargo bailamos
y corremos
inconscientes del filo del abismo,
virtuosos virtuales del salto al vacío,
a salvo,
o muertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario