martes, 22 de diciembre de 2020

Ni siquiera llorar

Asistimos atónitos a las exequias

de un presente

que empieza a diluirse,

y permanecemos impertérritos

y equidistantes.

 

Por fin sabemos

que no existe la verdad,

que multiplicar panes y peces

es apenas cuestión de voluntad,

y que todo está perdido.

 

El mundo se va a la mierda

pero queremos tomar el sol

porque solo se vive una vez,

se muera quien se muera.

Parece que todo está perdido.

 

¡Celebremos la estúpida humanidad!

¡Bendigamos el apocalipsis!

 

Los profetas gritan sus proclamas

agitando a la turba agonizante

mientras los estetas miran altivos

buscando un horizonte

que no ha de llegar,

y languidecen

hastiados.

 

Pronto nada tendrá sentido,

ni siquiera llorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario