te miro
y me imagino
escuchando mis estupideces
no sé
si yo me soportaría
con ese aire
de poeta lánguido
y vencido
por su propio ego
no sé
si yo fuera tú
cómo podría sobrevivirme
y no perder el aliento
en esta eterna crisis
en este tiempo desconcierto
reconozco
que casi nunca acierto
cuando permaneces esquiva
y calibro tus silencios
dibujando
tempestades de humo
que se diluyen
si abrimos las ventanas
no quiero ser cursi
pero a veces descubro
quedamente la alegría
te miro
y te admiro
Tu artículo es como un faro de conocimiento que ilumina nuestro camino hacia la comprensión. ¡Gracias por ser nuestra luz!
ResponderEliminarQué palabras tan grandes para una sombra tan profunda. Gracias, Jonas.
EliminarMe encanta ese imaginar de tus versos poniéndonos en la piel de otro ser. Gracias por tu compartir y felicitaciones desde Islas Canarias
ResponderEliminarGracias, Tino, desde casi las antípodas del país, Vigo. Que alguien ocupe parte de su tiempo en mis desvaríos me hace sentir muy honrado.
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