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Tengo una pared con rastros de sangre
y la cabeza dolorida y maltrecha.
Sigo sin entender absolutamente nada,
sobretodo el espejo.
Y sin embargo te quiero.
Tengo dudas para compartir en la ignorancia
y algunas mentiras que llevarme a la boca.
Sigo, a pesar de todo, caminando sin destino,
pisando siempre la misma huella seca.
Y sin embargo te quiero.
Tengo un verso inservible como el eco
que lanzo y vuelve, desierto de sentido.
Y sigo a la tinta cultivando mi adicción
aunque escriba a golpes de martillo
que sin embargo te quiero...
Hay amores que matan; pero en este caso, creo que salva. Ay, la Literatura, que nos trae de calle ;)
ResponderEliminarMuy bueno.