Enlutado y estático se muestra el aire que te rodea,
las palabras se borran a tu paso y huyen,
el silencio se entrega a la danza sepulcral de la muerte.
"Carácter es destino", "cada cual su cruz a cuestas",
"todos condenados a existir vanamente y sin luz",
"la palabra y su engaño: una forma de ocultar la verdad",
"el individuo o la nada", gritabas.
Y de repente el oscuro eco del silencio,
el que te barre del mapa y te enfrenta a ti mismo,
la verdad que te aniquila.
Tu inmovilidad, presa del pánico, te observa y te maldice,
se recrea en la desgracia y la tristeza sin apenas comprender
la razón de la libertad de tu mirada:
quien nada tiene no pierde nada. Quien se sabe nada, nada teme.
Apenas somos polvo. De estrellas, pero polvo.
Interesante poema. Me gustó. Un abrazote
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