martes, 27 de octubre de 2009

Rosa, luciérnaga, estrellas, lágrimas.


En este tiempo sin lágrimas que aneguen los sueños,
en este lugar de vida multiplicada e infinito,
me siento a observar las estrellas en el cielo,
a plena luz del día y a tu lado.

Las constelaciones están ahí, esperando la mirada,
brillando impertérritas, luciérnagas de tiempo,
vanidosas en su belleza, como un enjambre de rosas
a plena luz del día y a tu lado.

Los ríos, las ciudades, todos los bosques y las selvas,
y las gentes que pululan, que se aman y se hieren,
también el sol que quema y su amante luna están ahí,
a plena luz del día y a tu lado.

Con cada sonrisa hurtada al desamparo y a la muerte
me vengo yo de una vida amarga que exagera,
y aún por impostura, soy feliz,
a plena luz del día y a tu lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario