martes, 20 de octubre de 2009

Milou II


Me dijiste ven,
y yo te seguí con los ojos cerrados y el corazón abierto,
corrí tras tu rastro de olor querido a sexo amado,
volé entre nubes de tormenta acurrucado entre tus brazos,
soñé pesadillas de tu ausencia muerto de miedo.

Me nombraste,
y en tu aliento elocuente construí yo mi hogar deseado,
en tus palabras escribí el nombre de un destino cierto,
en tu boca pinté mis labios, tatué en tu cuerpo mi cuerpo,
en tu seno elevé mi alma moribunda a un cielo más claro.

Me elegiste,
y mis palabras grises se inundaron de verde, de azul, rojo y amarillo,
y mis deudas con la vida se saldaron,
y mis heridas sangrantes se cerraron,
y fui capaz de verte, fui capaz de amarte desde los ojos de este niño.

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