Cuando nadie me ve
deshojo margaritas
que nunca dicen no,
invento criaturas
que se travisten
de miedo y afloran,
me desnudo
y me observo.
Todas las canciones infantiles languidecen,
acechando con timidez tras una lágrima
que se antoja intempestiva,
y fugaz.
A tiempo comprendimos
que el futuro es un embrión de pasado,
un hijo bastardo
de nuestros sueños y nuestras pesadillas.
A veces repienso palabras
que dicen más de lo mentado
y dibujo instantáneas de un deseo
que nunca se da por realizado.
A veces sueño que soy
un caballero de la Edad Media,
un oficial y caballero seductor,
un donjuán de corta y pega,
otro insigne perdedor
disfrazado de poeta.
Cuando nadie me ve,
cuando tú me ves.
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