miércoles, 25 de abril de 2018

¿Qué pasa si descubres un espejo?

No eres propiamente tú
quien te observa al otro lado
(¿de dónde? ¿de qué?)
y piensa entenderte/se.
Observas y te observan
sin necesidad de ocultamiento,
desnudo ante ti,
sin excusas.
Ahora ya sabes quién eres.
(¿Sabes ya ahora quién eres?)
Buscas palabras 
que engendran un silencio
frío y equidistante,
cordial e ingenuo.
Te hinchas o te encoges,
tanto da.
No hay juicio que te sostenga.
No hay asideros.
Tú y tu vergüenza
(la extrema soledad)
compartiendo nada.
Miras más allá
y te estrellas.

2 comentarios:

  1. Pareciera que el más fuerte encuentro es con nosotros mismos, cuando traspasamos el ego físico y nada más rozamos la verdad del alma. Procesos necesarios para ser mejores personas, para quienes quieren serlo, claro. Excelente poesía, saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y excelente reflexión, Paty. Gracias por emplear unos minutos de tu vida en mis desvaríos, me honras. Un abrazo. Ojalá nosotros sigamos queriendo serlo ;)

      Eliminar