viernes, 30 de junio de 2017

Quédate

La veo marcharse,
y sonrío
a pesar del desaliento
que precede a la melancolía
obstinada en el regreso.

Agradezco que sea ella
la plebeya que enamora en este cuento
y que el príncipe esté ausente por decreto
y que el final no sea feliz
porque siempre es un principio
hasta el postrero borrón sin cuenta nueva.

Ya nadie come perdices.

Sin embargo,
cuando monta en su unicornio
y se le quiebra la tristeza
el mundo cobra sentido
aunque la boca sepa a tierra,
a sangre, al polvo del camino
que a cada paso reinventa,
que es carácter,
que es destino.

Sin embargo,
en su mundo sí que hay brillo.

No sabré decirle adiós,
ni quédate,
nunca aprendí a mendigar los alivios,
a bendecir la mesa puesta,
a renegar del suicidio.

Paradojas de poeta
que nunca encuentra la palabra
ni por casualidad.

El camino de baldosas amarillas
se detiene aquí
y se impone volar,
gritan sus ojos,
ávidos de mar.

Y yo,
solo acierto a sonreír,
irónico y esquivo.

domingo, 25 de junio de 2017

Sábado, 24/06/17

El verano llama a la puerta
y, esta vez, decidimos recibirlo,
tú, con las piernas abiertas,
yo, con mi traje de idilio.

Esta noche de San Juan
ardimos en una hoguera
que no sabremos apagar
si soñamos que vivimos.

Hace calor,
el sol seca las dudas
y amanecemos abrazados,
ajenos al dolor,
expuestos a un dolor
que no se atreve a ser.

Vuelve a la cama conmigo esta noche
y deja que el tiempo
dibuje sus sueños,
sueños que diluyen el tiempo,
un tiempo que será siempre nuestro,
aunque el naufragio,
la parca,
el lamento,
acechen más allá del viento
que siempre desordena los destinos
pero forja carácter.

Esta noche,
como ayer,
abandonemos nuestros cuerpos al instinto
embriagados de luz,
a tientas,
enloquecidos.

El verano ha llegado
y por fin estamos vivos.

sábado, 17 de junio de 2017

Apenas a penas


“Apenas nada, un segundo nada más. Puede que un instante eterno en mi retina, pero algo insignificante para el mundo.

Apenas nada, una mirada furtiva. Puede que un roce espontáneo al que no haya que dar importancia.

Apenas nada, un monosílabo pronunciado sin intención. Puede que un susurro que nadie es capaz de escuchar.

Apenas nada, un encuentro fortuito en cualquier calle. Puede que una decisión tomada casi sin pensar.

Apenas nada, un café rápido. Puede que una conversación estúpida para aligerar el día que acaba.

Apenas nada, una sonrisa silenciosa. Puede que un chiste sin gracia para los demás. Algo pequeño que se podría pasar por alto. Una simple casualidad de tantas. Algo que no esperas y puede cambiar tu rumbo.

A penas, nada... a alegrías, todo.”

Eso fue lo último que me dijo, con una lágrima ardiendo su mejilla.
¿Cómo fue que la perdí?
Apenas un instante antes ella brillaba para mí,
y de repente, como todo en la vida, se apagó.
Se apagaron las farolas que alumbraban el camino,
dejándome perdido, partido, en ciernes.
Se borraron todos los recuerdos que habían de ser y no habían sido.
Se inundaron todos los atajos que intuían un destino.
Se detuvo el tiempo.
Y yo.
Y mi hilo.
Descarrilaron todos los trenes esa madrugada,
incluso los que conducían a ninguna parte,
y yo me descubrí solo,
sin equipaje,
sin sueños,
sin nada.
La vi marcharse,
con su ilusión y su alegría,
y todas mis ganas.

Texto entrecomillado por cortesía de Arantxa Buján Márquez.


miércoles, 7 de junio de 2017

Futuro imperfecto de subjuntivo


Algún día te recordaré
y sabré que eras tú,
que siempre fuiste tú.

Habrá palabras que brillarán
con un significado hoy virgen;
lugares que esconderán instantes
de los que hablaremos a hurtadillas,
como si pecar fuese un pecado;
noches de luna llena
para aullar como lobos
que intuyen su cordero.

No tendremos miedo del abismo
que ocultan las miradas al amanecer,
ni del silencio que recorre los pasillos
desiertos de una ilusión en cuarentena.
No temeremos a la muerte
ni temeremos morir.

Haremos el amor en todas las ciudades,
porque llueve,
porque hace calor,
porque sí o porque no.
Jugaremos a importarnos,
a inventarnos un pasado que permita
un presente de arena
y de sal.

Cuando, por fin, te pierda
descubriré el verdadero ímpetu
de una ausencia que se impone,
tiránica y asesina.

Cuando, por fin, te encuentre
descubriré el verdadero ímpetu
de una presencia que se impone,
tiránica y asesina.

jueves, 1 de junio de 2017

El Escultor

a Fernando, con gratitud y reconocimiento.
No nos diremos adiós,
ambos sabemos que existe
esotra vida tercera,
una fama bien ganada
en pos de un alabastro
que nunca se deja moldear.

Serás mañana lo que fuiste ayer,
tierra, humo, apenas nada,
pero, ¡ay de las palabras
que a fuer de ir a la fuente
van construyendo nuestro ser,
nuestro estar!

¿Cuántos vividos monumentos?
¿Cuánto olvido recordado?
¿Cuántos “Chicos, en silencio”?
¡Cuánto presente en el pasado!

A veces me recuerdas al Quijote
vilmente disfrazado de Quijano,
azote del pensar simplificado,
sabio de gaita y estrambote.

Ahora,
cuando el péndulo inexorable,
como una espada de Damocles,
nos regala una lágrima que, 
sin embargo, 
conjura una sonrisa
que se sueña ajena al tiempo,
que es memoria inoculada,
aprendemos de nuevo a ser.

Existe el camino que has andado,
a pesar de una memoria que se afana
en deformar secreta el recuerdo.
Existe cada mirada que comprende.
Y existes,
hasta que la última luz se apague,
y ya no importe.