lunes, 8 de mayo de 2017

Callejones sin salida



Recuerda ahora las ganas de llorar,
ahora que las risas embriagan tu camino
y brindas por todo,
siempre con buen vino,
y confías,
y perdonas,
y olvidas,
que las ruedas del Destino
no se atoran,
su sino es girar y girar.

Fortuna farsante.
Amor impostor.
Locura sensata.
Cordura y licor.

Mañana celebraremos una orgía
en honor del juvenil candor que se marchita
y nadaremos en Champagne
sin tabúes,
sin juicios,
sin mentiras.
No habrá manos que consientan la desdicha.

Mientras tanto disfruta del vacío que te puebla,
no eres nadie y eres libre,
tus palabras se diluyen con la saliva que las empapa.
No aspires,
respira.

Recuerda, no olvides.
Cada esquina mal doblada
pinta un mapa
repleto de callejones sin salida
que, sin embargo,
son la propia vida,
la historia de un naufragio
sí merece ser contada.

Mañana nos veremos en los parques,
en los bares,
por las calles
y seguiremos siendo extraños
que se cruzan,
huraños o afables,
y desaparecen,
como el tiempo,
y como la muerte.

Recuerda.
Recuerda.

Vive.

[Imagen por cortesía de Simona Marchetti]

2 comentarios:

  1. Oigo, te oigo, te siento, me llegas, me susurras ¿qué es? ¿una voz? ¿que es? ¿poesía? eres tú, tan carnal tu presencia, tan real, tan voz, tan suave y profunda, tan leve, una calle, todos, todas, unos, unas, solos, juntos, tan unos, tan silenciosos...seguiré atenta, me relajas.

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    1. Guau. ¿Qué decir cuando el silencio se impone, Ana? Me abrumas. Gracias. ¡Te tengo que plantar un enorme abrazo!

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