sábado, 15 de abril de 2017

El aroma del amor



Te traigo el aroma del amor,
algo indefinible entre el mar,
al amanecer, y el naranjo en flor,
un tal vez que se sueña eterno
y una cerveza fresquita.
Afuera el mundo ocurre.
Llueve y hace calor
e importa poco.
Nuestro es el tiempo que vivimos
dejándonos vivir,
permitiéndonos hacer,
desvaríos y carcajadas mediante,
los sueños a nuestra manera.
No voy a negar la evidencia.
No voy a vender simulacros.
No voy a rogarte un abrazo
que nace contra viento y marea,
que ilumina e implosiona,
sembrando primavera
en un otoño que se antojaba
sin final.
Todas las palabras se ahuecan
para contener el embrión
de un sentimiento que no puede no ser,
que se impone,
quedo y callado.

lunes, 10 de abril de 2017

Etérea


El océano se ofrece en llamas
y el último navío está a punto de zarpar.
Ella permanece seca,
los pies en cubierta,
la cabeza en las nubes,
el corazón en la tierra.
El horizonte espera a su espalda.
De fondo,
el débil rumor de la existencia
se empeña en seguir llamando a su puerta,
desvencijada y abierta.

Atreverse a atreverse
no es pecado mortal,
a no ser que quieras
follar en una catedral,
perder la dignidad y las bragas
honrando el sacro altar.

No te enfades,
El azúcar, en mi lengua, es ácido corrosivo.
La herejía es cuestión de carácter,
un carácter que siempre huele a destino.

El sofá no nos salva del naufragio
cuando naufragar es la mejor opción,
cuando respirar es un milagro.

Ella permanece seca,
permanece sola
y se atreve a volar,
líder en su propia ausencia.
Y levita.
Etérea.


viernes, 7 de abril de 2017

Rojo sobre blanco




Negro sobre blanco es historia,
la mentira que ensombrece el alma
de un don nadie
que se atreve a respirar
inconsciente
y desarmado.

Los vendedores de astucia
permanecen ensimismados
y olvidan recordar el precio
-prohibitivo-
de una felicidad verdadera,
que no huela a coche nuevo
ni a incienso barato.

El amor se desparrama,
se cuela por los intersticios
de los sueños más amargos
y hace retoñar una esperanza
intempestiva, irracional,
omnívora.

La luz se rebela y huye,
una vez más,
y sólo nos queda buscar candiles
para no naufragar
en este viaje estéril.

Yo no sé seguir estrellas
ni baldosas amarillas,
pero canto cada día,
y desafino.

Rojo sobre blanco es metáfora
incandescente
y reverberante
de un fracaso que se atreve,
que es,
y que brilla.

lunes, 3 de abril de 2017

La partida



Me obligo a la contención y la mesura
cuando te miro y me callo
y callando ensayo
un rol de imperturbable impostura.
Y fracaso.
Yo no sé vivir a ralentí.
Yo soy fanático del todo o nada,
otro loco que siempre pierde el alma.

La ducha no es lugar para cantantes,
me digo mientras duermes,
lejos,
y no puedo follarte.

Empiezo a sentir el precio
de estar llegando siempre tarde
a mi cita con la vida,
a pesar de saber
que perder con dignidad es todo un arte
que domino,
esta vez quiero empatar la partida.

Me muero por tenerte delante.
Desnuda.
Dispuesta.
Suicida.