Nunca he amado
pero amo cada instante,
con cada bocanada de aire
escapo de Caronte y de su barco.
Cada verso escrito
es testimonio de un presente
que yace, inerte,
ajeno al futuro y al olvido.
Bésame si estás sintiendo
el deseo que subyuga al pensamiento.
Si no, huye,
andando que es gerundio,
no malgastes un tiempo que es oro
y jamás permanece detenido.
No malgastes tu tiempo de locos
adorando insípidos participios.
Viviendo, que es gerundio.
Tienes el don de hacer que muchas almas se sientan aludidas en tus palabra, no dejes de expresarte por ellas. Eres imprescindible, poeta.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Ana. Dejaré de escribir algún día, cuando deje de sentir por y con la palabra, esa cadena de aire exhalado que nos une indefectiblemente, como un hilo rojo, pero sin almas gemelas. Nadie es, ni ha sido nunca, imprescindible, pero tus palabras me embriagan y me erizan. Gracias.
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