jueves, 24 de noviembre de 2016

Preguntas que importan (y no importan)

Escúchame pulsando aquí.

Cuando respiro, respiro,
y no me harto.
Y sí, algo marcha mal,
los amaneceres hieden a obituario,
la esperanza huye,
la candidez deserta.

Apenas ayer soñábamos
escribir los versos más tristes,
más endiabladamente tiernos,
y dulces,
y austeros.
Y no.

Los versos que soñamos
también son de agua,
también son de aire,
se exhalan
y se olvidan.

Para que otras calles
bendigan tu nombre
yo invoco mi silencio,
una ausencia equidistante
y suicida.

Sabemos remendar la historia con un lápiz.
Sabemos vender simulacros.

Lo que nunca pudimos siquiera imaginar
es este a pesar de todo,
este ansia que no cesa,
el instante, insignificante y absurdo,
que media entre el amor y el odio.

No importan las preguntas
si no seducen las respuestas,
en cambio,
si nos seducen las respuestas,
poco importan las preguntas.

Sé que respiro.
Y no me harto.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Los magos

Escúchame pulsando aquí.

Los magos se enfrentan a un dilema
íntimo
que apenas comparten disfrazado,
travestido,
intentando velar la propia ausencia.

Custodian anaqueles forrados de libros,
viejos símbolos de nada,
mientras juguetean con una cerilla
y con un alma en llamas.

Sus conjuros son de aire,
permanecen sólo mientras tanto,
aletean y huyen,
inmarcesibles, de canto en canto.

Ser y no ser es un pleonasmo,
una metáfora,
un atisbo de ironía,

los magos denodados cantan
su angustia y su verbena,
su dicha y su apatía.

Juegan a inventar la primavera,
ateridos por el frío,
a merced de las tormentas,
invocando un código secreto
que no da de comer,
pero alimenta.

Vienen a gritar su duda inerte,
su tiempo detenido,
su eterna mala suerte,
sus desvelos,
mis deseos,
tus olvidos,
conscientes
de que quizá nacimos muertos,
pero nacimos.

lunes, 14 de noviembre de 2016

La realidad se bifurca...

La realidad se bifurca,
yo escribo suspiros que permanecen
incorruptibles
entre tus ojos absortos
y mi lengua audaz,
y tú apenas existes.

Los relojes siguen empeñados
en malgastar mi tiempo
redundando en el fracaso.

Un hogar es un corazón abierto,
no una casa cerrada,
me digo mientras cierro
a cal y canto
puertas y ventanas.

Y tú no haces más que huir.


martes, 8 de noviembre de 2016

Más tragi que comedia


Visita Satanás a Calixto
disfrazado de mujer,
mujer también es la muerte
y Calixto no la sabe ver.

¡Ay, Calixto!
¡Ay, Calixto!
Déjate querer,
que el amor vale el peso de tu oro
y tu oro mi dulce savoir faire.

¡Ay, Calixto!
¡Ay, Calixto!
¿Dónde te vas a meter?
De acuerdo.
Uno debe perseguir sus sueños,
no obstante
hay sueños, sueños y sueños,
y no todos implican arder.

La juventud no sabe dudar,
ni domar el miedo atávico al fracaso
y las alturas.
La juventud se despeña.

Melibea besa un suelo inexistente.
Calixto, al fin, yace a su vera.

El público permanece expectante.
No entiende nada.


martes, 1 de noviembre de 2016

Nietzsche en un armario


¿Es esto la vida?
Camino meditabundo,
perdido en ti,
sin destino
pero intentando sentir,
inventando anhelos.

Pronto mastiqué la ausencia
y me aferré al néctar de la culpa,
pronto empecé a amar el fracaso.

La infancia fue terror y magia,
el terror de descubrir el mundo,
la magia de descubrir al mundo.
Un paraíso fundado en el recuerdo.

Después, los abismos,
luchar por ser quien eres
ante un espejo
que no devuelve imágenes,
escribir mil profecías,
inconscientes
del principio
del fin.

Impostados,
nos lanzamos al amor
armados de metáforas,
seguros del laurel
y del éxtasis.

Pero el tiempo no se detiene.
El laurel se seca.
El éxtasis se acaba.

El que tiene una ilusión tiene un motivo,
nos dijeron,
perseverad.
Mens sana in corpore sano.
Vitaminas y colágeno.

Y abrazamos todos los clavos ardiendo,
nos sentamos en todas las cunetas
aún sin atrevernos a dejar la carretera,
atenazados por la rabia,
azuzados por el viento.

Me pregunto qué sucederá
cuando estemos demasiado cansados de mirar
y, de tanto esperar, ya no sepamos caminar.
Me pregunto si quiero seguir siendo ceniza
y sólo acierto a responder:
pues venga, ¡otra vez!