y sólo sabemos ser pasado,
ni sal,
ni sangre.
Observamos inhóspitos el yermo
y no sentimos nada,
ni tan siquiera el oleaje,
pero el tiempo sucede
y erosiona y socava
todos nuestros argumentos.
Nadie nos mira ahora.
Estamos solos.
Y somos silencio.
Sólo los cobardes se
arman de valor,
me dices.
Solo los cobardes se
bifurcan,
sospecho.
Mañana nos desearemos
feliz aniversario.
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