Suena Janis Joplin.
Yo desaparezco en su languidez
y la soledad vacía de esperanza
se impone.
Janis está muerta.
Como yo.
Sólo nuestros ecos resuenan.
Maybe.
No vinimos para vencer,
ni para el lamento lastimero.
Sencillamente estábamos,
estuvimos, estaremos
a medio camino
entre la nada
y la nada,
convencidos de importar,
de no importar.
Me resisto a incardinarme,
aprender es respirar
cuando descubrimos que saber
es absurdo,
falaz.
No sabemos nada,
la poesía se extingue.
Vendrán guerras
que no serán las nuestras,
y amores que se desgarran,
que se reconcilian con la vida,
y no serán los nuestros,
vendrán tiempos mejores
y vendrán tiempos peores,
inconsistentes,
irrelevantes,
Janis
y yo
estamos ya muertos.
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