lunes, 23 de noviembre de 2015

Todos somos héroes

Te vi.
Esperabas desde siempre
ante el zaguán de mi puerta,
de pie,
enarbolando una sonrisa
consciente y triunfante.

Lo supe.
Todos los lamentos
se vistieron de luto
y entonaron un mea culpa,
sabiéndose inservibles.

El tiempo,
ese muerto de hambre,
pierde aceite y se disloca
agrio en la duda,
vacilante,
entre un presente histórico
y un futuro perfecto.

Todos los espejos deforman.

Ser es un naufragio mientras el mundo arde,
y todos, todos zozobramos,
luchamos, boqueamos y perdemos el aire,
insumisos, indefensos.

También los héroes fracasan
cuando se enfrentan al fiero enemigo
que habita sus pechos,
que lleva sus nombres
y alimenta sus egos.
Y todos somos héroes.

Te vi. Lo supe.
Te quiero.

2 comentarios:

  1. Qué estúpido parece esperar desde siempre, que miedo da -a veces- continuar sonriendo sin perder la consciencia, que difícil vencer al miedo, parecer triunfador cuando ya te ahogaste en tus propios anhelos.
    No sé si todos somos héroes, lo que sí sé es que permanecer aferrada a un sueño es aprender a fracasar y a vencer el desvarío.
    Adoro los espejos que deforman porque enseñan a ver la mueca distorsionada, la sonrisa huyendo del susto, buscando tu calor.
    No sé si algún día podré ser un héroe, solo sé que te quiero.

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    Respuestas
    1. Querámonos entonces. No nos va a quedar otro remedio. Y no olvides que si todos somos héroes, es una bonita manera de no serlo.
      Mi calor te espera.

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