sábado, 15 de agosto de 2015

Palabras anoréxicas

Las nubes no dejan ver las estrellas,
que siguen ahí,
ajenas a tu mirada,
como si realmente no fuera con ellas.

Mis palabras anoréxicas ya no te tocan
y se convierten en piedra,
en epitafios de un amor escrito en sangre
y metáforas que no saben a nada.

No te equivoques,
no juzgo ni condeno.
Mi voz de barro se quiebra
si vislumbra tu derrota.
No corras más que el viento,
no olvides la memoria.

Yo nunca he sabido volar,
siempre me parto el alma y los besos
en pos de un quimérica odisea,
y dicen que soy maestro...
¡Yo qué voy a enseñar
si no sé ni decirte que te quiero!

Vendrán tiempos que no entenderemos,
el luto cada domingo,
vendrán los silencios eternos
y seremos nuestro propio castigo.

Yo no soy tu padre.
Tú no eres mi hijo.

1 comentario:

  1. La sangre es más espesa que el agua, no? Y duele más que cualquier otra cosa....
    Grande.

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