miércoles, 5 de agosto de 2015

Arco iris

No lamento el verde,
simplemente dijo ve,
y fui.

No lamento los aullidos desbocados de la jauría
que rodea a la presa
pero se resiste a atacar,
temerosa de la victoria.

No lamento las lágrimas.

El amarillo rodeaba las estribaciones de un violeta profundo,
digno pero discordante.

El rojo solo era la sangre,
que abonaba los surcos abiertos de la memoria.

El azul un mar cercano y lejano.

El entendimiento es falaz.
No soy yo, eres tú, quien colorea.

Ni todas las sombras son negras,
ni todos los blancos iluminan las páginas,
unas páginas de barro y alquitrán.

El artista observa el lienzo
y ve el mundo a borbotones,
y lo pinta de blanco
para ti,
para mí.

La vida espera.

2 comentarios:

  1. Dile a la vida que espere, que estamos llegando. No perdemos el tiempo, estamos soñando.
    Mezclando colores, escribiendo sueños, buscando letras, evaporando lágrimas, forjando el destino.
    No hay excusas, llegaremos volando. Nos prestaremos las alas, nos daremos ganas para seguir caminando.
    Tenemos una cita, aunque no creamos en ello.
    No habrá miedos ni frenos, no habrá mentiras ni malos momentos.
    El final del camino aún no está marcado , pero juntos quizá podremos verlo.
    Dile a la vida que espere, aunque no lo veamos estamos llegando.

    (Grande, no dejes de escribir(nos). )

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    Respuestas
    1. Grande(s) tú (vosotros), que empeña(´i)s vuestro tiempo en mi desvarío, haciéndome más y más pequeño...
      Un abrazo sin anonimato!

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