lunes, 22 de junio de 2015

Galileo Galilei


Saber y no saber.
Observar con los ojos cerrados
y en silencio.
Quizá el diablo tenga algo que ver,
quizá sea un espejismo
y, por ende, dios…
El sentido es nuevo, es otro
y enajena.
El mundo prefiere girar despacio,
o no girar en absoluto,
y sin embargo
siempre termina moviéndose.