domingo, 24 de mayo de 2015

Desaprender


Con el tiempo aprendimos
a obviar el tiempo
y su cáscara,
a confundir el orgullo y la inquina,
a responder con silencio
a los insensibles apremios
de una historia miserable
que ríe finalmente a carcajadas,
a horcajadas sobre el propio lomo.

Con el tiempo aprendemos
a olvidar crímenes imperdonables
y alegrías tan infinitas como efímeras,
a caminar sin más
y a caminar sin menos,
aprendemos a ser y no ser
en vacíos insondables,
en solitarios agujeros.

Y aprenderemos con el tiempo
el valor de este instante irrepetible
malvendido a una memoria
que se sabe impotente
y pinta cuadros de colores
a menudo tristes como la ciudad
que multiplica sus ásperas esquinas
y sangra ríos de lodo gris,
o se viste de imaginación
y optimiza la barbarie.

Para seguir adelante
ya no sirve caminar de lado
y esquivar los espejos.
Ya no sirve el espejismo del progreso.
Ya solo podemos
aprender a desaprender.

domingo, 10 de mayo de 2015

Entendederas


Casi nunca supimos entendernos.

Mis metáforas de aire eran solo aire
y se estrellaban con la nada
en disolución suicida,
sin apenas rozarte,
y tus palabras eran presentimientos
de un terror nocturno y perenne
que prometía asaltarme
en cada sueño;

ansiaba tu carne desnuda
y mojada,
ansiaba tu ansia derramada
sobre mi lengua terca y oscura,
como si fueras poesía,
como si fuera poeta;

mis manos abiertas,
vueltas las palmas hacia arriba,
limpias y serenas,
ásperas,
no llegaban a tocarte,
por no herirte;

construía diques para nada,
parapetos para todo,
puentes para salvar una distancia
que nunca recorro
entre la tristeza que me horada
y la tinta que malgasto;

no. No supimos entendernos
y albergamos,
en silencio y con alevosía,
un océano de dudas permanentes
y elocuentes tempestades
que siempre amainaban a destiempo.

No supimos entendernos.
Nos desentendimos.