miércoles, 12 de noviembre de 2014

Ilumíname

A Sonia Mirón, que me regaló 
el gérmen de estos versillos

Mi sombra arde de hambre,
deambula por los barrios más oscuros
de la ciudad,
siempre al ocaso de todo,
y te busca.

Los policías y las putas patrullan unas calles
desiertas de poesía,
hoy las enredaderas son solo enredaderas.

La luna se inhibe
y un manto de agua gris y perenne
dibuja garabatos
sobre los parabrisas de los automóviles
detenidos y sin alma.

Los semáforos ofrecen su sinfonía de color monocorde
a los gatos,
siempre negros y agoreros.

Mi sombra puebla el alféizar de todos los pecados
buscando alba,
sedienta de luz,
atada a mí y a mi insignificancia por recias cadenas,
aterrada,
comprensiva
y extranjera.


4 comentarios:

  1. Mi sombra puebla el alféizar de todos los pecados....insuperable!

    ResponderEliminar
  2. Muy bonito poema, me quedo para seguirte.
    Un saludo
    Rosa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mucho gusto. Espero que te agrade la compañía.
      Un saludo.
      Álvaro.

      Eliminar