miércoles, 26 de noviembre de 2014

Puntos suspensivos

Hay algunos que dicen
que todos los caminos
conducen a Roma,
pero Roma está en ruinas,
y París, y Florencia,
y Nueva York,
todos son lugares propicios al desamparo.
Yo también me retiro
a mi mundo con mi flor,
no más bella,
no única,
no viva,
pero mía con su plástico y mi inquina,
a soñar con pinochos y mentiras,
a seguir siendo yo:
un suspiro.
No dibujo ausencias
ni persigo unicornios azules
con los ojos cerrados,
soy un hijo bastardo
de la pasión desdibujada,
que ni duerme ni vela,
otro cero a la izquierda
adelantando en línea continua,
como si la muerte no importara,
y no importara la vida.
Un suspiro y un punto
sin puntos suspensivos.


viernes, 21 de noviembre de 2014

La cama del poeta

Amar es un acto complejo y un acto sencillo,
como respirar,
lo haces y punto,
sin pensar demasiado,
salvo extinción.

Amas desde el primer pezón,
sin condiciones,
escribes un porquesí enorme
e invariablemente naufragas.

El amor todo lo ocupa,
sin mesura,
se alía con el tiempo
y te embauca,
regalando usura.

Amas por inercia,
por pura pesadilla,
y desnudas cuerpos
sin hacer mucho ruido
ni soñar muy profundo.

El amor es así, te dices;
el destino de todos los pasos,
la razón de amanecer y verlo,
el modo de ser en el mundo;
después hay amores y amores,
como el ladrón que ama el dinero,
o el rey que ama su ombligo,
o el verdugo que ama a su reo
o el timador que ama a su cristo;
otros aman las flores,
y siembran, y recogen…

El amor se hace de manera peculiar en cada cama,
singular y comunitaria,
pero sigue siendo amor.

Y en tu cama de poeta el amor vibra con la vida
que vives, que escribes, que sueñas.



miércoles, 12 de noviembre de 2014

Ilumíname

A Sonia Mirón, que me regaló 
el gérmen de estos versillos

Mi sombra arde de hambre,
deambula por los barrios más oscuros
de la ciudad,
siempre al ocaso de todo,
y te busca.

Los policías y las putas patrullan unas calles
desiertas de poesía,
hoy las enredaderas son solo enredaderas.

La luna se inhibe
y un manto de agua gris y perenne
dibuja garabatos
sobre los parabrisas de los automóviles
detenidos y sin alma.

Los semáforos ofrecen su sinfonía de color monocorde
a los gatos,
siempre negros y agoreros.

Mi sombra puebla el alféizar de todos los pecados
buscando alba,
sedienta de luz,
atada a mí y a mi insignificancia por recias cadenas,
aterrada,
comprensiva
y extranjera.


miércoles, 5 de noviembre de 2014

El caracol

Dicen que el mundo se creó,
pero no es cierto,
el mundo se crea,
sin motivo aparente.

Sálvese quien pueda.
No.
Nadie puede.
No nos engañemos.

Mi mundo cabe en mis ojos
y en mi boca,
y en mis manos que tocan,
cuando me embargo,
por primera vez el mar
y se estremecen.

Mi mundo son imágenes dispersas:

calles de barro que huelen a mierda
y trinos de golondrina bajo los tejados,
pantanos de júbilo estancado;

calles de hierro resbaladizas y saladas,
las putas del puerto y la cruz de pillar,
adolescentes imberbes buscando argumentos
para una buena novela con mal final;

calles de piedra pulida por el oro y por el tiempo,
la libertad vendida al mejor postor
y un pobre pidiendo limosna en cada esquina,
¡viva la república! (sea lo que sea)

Mi mundo son voces que sonaron
o que suenan:

el tanguista de tangar, con su mano dispuesta,
el que me regaló un porqué y lo escribo;

la diosa de todas mis plegarias,
el compañero fiel y hermano,
los amigos, las parejas,
las que no son, las que serán, las que han sido;

las que dicen En un lugar de la mancha
Donde habita el olvido
No me gustas cuando callas
pero hay que haberlo vivido,
para contarlo.

Mi mundo me lo llevo a cuestas,
como un caracol
preso de sí mismo,
absorto en su quimera,
y cuando muera
conmigo morirán mis amores y recuerdos,
mi mundo y su torpeza.