viernes, 11 de julio de 2014

Lo efímero, a mi manera

Nina Simone inunda la estancia,
a su manera,
como siempre,
como siempre yo me dejo mecer,
a mi manera que es un poco su manera,
y voy reviviendo.

Ser poeta y ser profeta son actitudes semejantes,
equidistantes:
el uno engañando al olvido con palabras,
consciente de su derrota;
el otro vendiendo al presente la hecatombe,
seguro de su victoria.

La trascendencia es un espejismo,
el espejo la propia mirada,
la inquina del que habla,
un brindis al sol del destino.

Un destino que no existe,
solo un leve rumor de pasos
que se acercan,
que se alejan.

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