sábado, 24 de mayo de 2014

Impasse

Hay un tiempo de minutos detenidos,
como un impasse que se nutre de esperanza,
de mis ganas y del aire que respiro.
Cuando llega me refugio entre palabras
que crecen machaconas e incesantes,
golpeando sin piedad cada razón,
negando en cada verso mis bondades,
rompiendo de nuevo los moldes.

Cuando la vida se oculta entre los pliegues de las sábanas
los amaneceres perecen de saldo,
las marionetas despiertan al son de gallos embotados,
y la vida sucede como si nada, o apenas nada,
descubrimos absortos el abismo de la propia mirada,
y todos los comendadores acuden a un festín
del que somos anfitrión, pan, postre y perdiz,
una deuda con la muerte que espera ser saldada.


1 comentario:

  1. Pues oye, qué quieres que te diga, pero los pliegues de las sábanas no son mal lugar para esconderse, siempre que después se salga de ellos, para volver a meterse ;)
    Porque la vida, ahí escondida, también es vida -permíteme que interprete tus versos a mi manera, aunque tú quieras expresar otra cosa-; es que una es muy carnal.
    Besos.

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