sábado, 23 de noviembre de 2013

Leitmotiv


que existo, luego existo,
que soy quién de nombrar.
Me construyo en la locura
creando una posibilidad
hiperónima de cordura
que no me aboque a un bar
trémulo y desesperado
a naufragar nuevamente,
a vender la vida al diablo
tras el anhelo de ser gente.
Confieso un delirio incontestable,
una apatía irónica hija de un absoluto descreimiento,
una alucinación perenne y duermevela,
y mi alergia a la culpa y al pecado.
Impregno impenitente
tus oídos con mis versos,
terco, cercenado,
enfrentado a un espejo
que me juzga condenado
y me exige ser valiente
y apostarme,
contra viento y marea,
la vida al amor que haces,
el arte a tu elegante sordera. 

jueves, 14 de noviembre de 2013

¿Aprobar es aprender?


Los alumnos miraban hacia el examen como un rebaño que presiente el matadero. El reloj otras veces tan lento aquel día había decidido huir raudo, el tic-tac asesino retumbaba en sus cabezas, ¿o eran sus corazones? Fuera, la lluvia golpeaba con tal fuerza los cristales que se diría que estallarían en mil millones de pedazos de un momento a otro. El profesor dio la orden de comienzo y un silencio elocuente se adueño del aula, ni una tos, ni media palabra, solo el suave sisear sostenido de los bolígrafos sobre el papel traidor que siempre parece demasiado blanco. Veintitantas caras de concentración esforzándose al máximo por una simple palmadita en el hombro. ¿Aprobar es aprender?

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Declaración de amor


A mis alumnos


Os quiero. A todos. A los que sí y a los que no. También a los que a veces.
Os quiero.
No necesito razones para amar, el amor no entiende de ello. Para querer solo hay que hacerlo, dejarse la piel.
Con vosotros vivo y me construyo cada día. Se supone que debo enseñaros, y cada día aprendo de vosotros.
Sufro en cada fracaso compartido, qué hago mal, qué no sé decir, qué puedo hacer mejor. Y en la noche me enfrento a mis dudas.
El amor es pensar en ti, y en ti, y también en ti. Y el intento suicida de venderos, disfrazada de palabras, el ansia de saber, la pasión de crear, la locura de amar.
Os recuerdo de niños, cuando me mirabais y veíais un gigante que hablaba y hablaba sin parar, gesticulando, de aquí para allá.
Cómo hemos cambiado. Cuántas derrotas hemos sufrido. Suspensos dramáticos; enfermedades; parejas que al final no eran; traiciones de los mejores amigos; el mundo que nos ahoga y no nos entiende… Tantas lágrimas…
Y yo sé que os iréis; que seguiréis vuestras vidas; que tendréis que tomar decisiones; que no siempre acertaréis; que tropezaréis varias veces en la misma puta piedra; que os levantaréis, más o menos magullados, y seguiréis adelante.
Lo sé. Vosotros, en el fondo, lo sabéis.
Quizás amor de madre. Voy a pensar, además, que vosotros también me queréis, a pesar de los gritos y suspensos, de las caras de loco intempestivo, de un sentido del humor abyecto, y de las horas de sermón ilocutivo.
Todas mis palabras son vuestras: usadlas, retorcedlas, vengaos de mi en cada letra.
Y recordad: el mundo está ahí fuera, esperando vuestro amor en vena.
Haced la vida con el corazón.
Os quiero. Conste en acta.

Voz propia, nudo en la garganta

sábado, 2 de noviembre de 2013

Oda al olvido

Pincha aquí para escuchar el poema


La muerte es un rumor de pasos que se extinguen,
un recodo y nada,
un eco apenas audible.
Los amaneceres son recurrentes,
no sienten envidia,
no se arrodillan
ni lamentan su eterna mala suerte.
Mi mano me observa y se cuestiona mis dudas,
abierta e interrogante,
como una metáfora insignificante y absurda
que oculta la eternidad en un instante.
Las nubes dibujan siluetas,
pero mi león es tu sol derretido,
tu son de paz mi canto de guerra,
un poema de amor una oda al olvido.
Toda la impostura se concentra en cada gesto,
en las palabras que naufragan desde siempre
y se mecen siempre putas con el viento
a merced de miles de voces inconscientes.

Ecos que se apagan y se pierden…