domingo, 15 de enero de 2012

Novela negra

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Soplaba un viento frío, conspirador,
propicio al drama.
La ceniza del último incendio
danzaba sobre las brasas apagadas
de un amor caduco en invierno.
Los rumores se multiplicaban
en un silencio ensordecedor.

Ella sollozaba oculta en un manto de ausencia.
En un navío él naufragaba en una botella.

Hay noches nacidas para el odio,
hechas a medida de la angustia.
Hay calles de sangre y llanto,
rincones que esperan su asesino,
estrofas sin rima.
Existen metáforas de la muerte,
y existe la muerte.

Ella miraba la luna roja más grande que nunca.
Él la miraba reflejada en la hoja ensangrentada de su alma.

En ocasiones, sin más razones que el azar y la tormenta,
se dobla una esquina y se pierde la suerte.
A veces uno tropieza y se pierde,
se mira al espejo y se descubre inerte. Sin cabeza.

viernes, 6 de enero de 2012

Estado de la cuestión


I
Es un mundo de espejos que multiplican la inexorable mirada.
Conócete a ti mismo. Júzgate y condénate.
Es la sociedad de la culpa.
La redención cuesta un alma.

II
Relájese y disfrute. El espectáculo promete:
los profetas declaman el fin de los tiempos
vestidos de sacerdotes, disfrazados de políticos,
ocultando su inmenso vacío tras calculadoras
que saben solo sumar estupideces,
sin atisbar que los tiempos no fueron nunca nuestros;
los héroes se aprestan ávidos de su dosis de impostura
a partir a la batalla contra la nada,
y son vitoreados como héroes,
y quizá esté bien que así sea;
los gobernantes preparan un suicidio colectivo,
matarán primero al pueblo,
luego, si necessaire, irán ellos;
los cómplices, usted o yo, observan o escriben,
dejándose hacer, dejándose querer.
Los inocentes no están. No se les espera.

III
No todo es terrible.
Uno puede cerrar los ojos y basta.
Uno puede amar afortunadamente.
Uno puede, de vez en cuando, rebelarse
y mover una montaña
cambiándose de sitio.
Uno puede, de cuando en vez, dormir
y soñar sueños de justicia.
Uno puede, a duras penas, a dulces alegrías,
vivir.