miércoles, 16 de mayo de 2012

El profesor



Levantarse y desnudarse,
quitarse el miedo con esponja y con jabón,
encerrar los odios a cal y canto en un armario,
olvidar las cuitas y el ego,
incendiar el pecho,
inventar y reinventarse.

Elevar el humor a los altares,
bendecir la risa con un beso,
solicitar el amparo de las musas,
elegir cada día un día nuevo.

Soy lo que hago:

Me construyo, deconstruyo y reconstruyo ante tus ojos,
hecho de tu propia mirada,
que a veces me esquiva de soslayo
y otras me busca con avidez.
Entretejo mis hilos en tu tela, hija del tiempo,
y te regalo colores que ofrecen su alma,
y tú decides, invariablemente.

Yo soy la palabra que quiere crecer y multiplicarse,
casi de un modo religioso,
por doquier y donde quieras,
como una chispa buscando mecha.

Al ocaso vuelvo a casa,
cada día derrotado, abatido, exhausto,
y me visto mis miedos,
alimento los odios,
maldigo mi estampa y vacío el pecho,
ya soy otra nada bostezando tiempo,
otra mecha quemada.

2 comentarios:

  1. Es hermoso lo que eres, la viveza de tus palabras y el sentimiento de tus expresiones...realmente potente esa magnífica frase "incendiar el pecho".
    Que grande!!!

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    1. Muchísimas gracias. Tus palabras son una toda una dosis de motivación.

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