viernes, 4 de febrero de 2011

Invocación

Hijos nuestros que estáis en la tierra,
que trabajáis la tierra olvidados de santos y profetas
salvo para el dolor y para el sacrificio,
no os resignéis al rezo y a ser esclavos de oficio.

Buscad la libertad de pensamiento,
no os arrodilléis jamás,
no os dejéis juzgar
y no juzguéis el juicio ajeno.

Perded el miedo y la vergüenza,
el pasado os espera sin cuentas que rendir:
mil años pasarán y aún otros mil
y seguirá triunfando la belleza.

Brindad la sonrisa al mundo entero,
recordad que el sol florece en la boca,
no confundáis el amor con la rosa,
usad vuestra palabra con respeto.

No construyáis fronteras si no es para violarlas,
no cavéis más fosa que la propia,
no hagáis el amor siempre en la cama,
salid a la calle y quemad la ropa.

La piel y el alma son sinónimas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario